Quiero conocer cada parte de ti, quiero que solo seamos tu y yo.
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¡Lo siento si te causes molestias! No sé si cause una buena impresión o solo parecí un loco expresando sus sentimientos de manera patética, se que no fue buena idea guiarme de mi amigo.
De no ser por ellos nunca te hubiera mandado esa carta, hoy quiero ser más sutil al enviarte está carta. Creo que será mejor dejarte las cartas en tu bolso y las leas en la comodidad de tu casa, alguien me contó que uno de tus amigos te molestó por la carta, siento eso, es un tonto tu amigo. >:(
En fin, aún espero que me permitas seguir enviándote cartas, aceptaré que ya no las quiera, solo dame una señal para que pare, mi intención no es incomodarte.
PSDT: compre estas galletas, espero te gusten. ♡
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Terminó por leer la carta, cuando la encontró en su bolsón venía acompañada con un paquete de galletas, estás tenían forma de sol y tenían un delicioso sabor a miel acompañadas con gomitas sabor piña. No sabían mal, pero podrían ser mejor.
Agradecía haber encontrado la carta en su bolsón y no en su casillero. Si lo piensa, pasaron tres días sin recibir nada del anónimo, cosa que altero a los otros dos como si a ellos les mandarán esas cartas, entrometidos, en efecto. Y ahora tiene otra carta en sus manos y está vez sin que los otros se enteren de nada, se lo agradece de cierta manera. Cuando salió de su entreno, alguien corría hacia él gritando estupideces al aire.
──¡Aún no hay nada, ya pasaron dos días! ──grita disconforme.
──¿De qué hablas? Luces patético ──dice irritado por los fuertes gritos.
──No te hagas, él chico que te envió aquella carta. Hoy tampoco lo ha hecho ──dijo triste por aquella noticia ──, se habrá dado cuenta de lo amargado que eres.
──Vaya, pensé que sería algo muy romántico y constate ──opino Yamaguchi.
──Yo también lo pensé así, canelita ──lloriqueo.
──Ustedes dos, eso no les debería importar. ──Tomo sus cosas y se fue a cambiar ──, además, es hora de irse a casa.
Él no se sintió mal por no seguir viendo algún contacto del chico anónimo, mejor dicho, lo había olvidado, pero a esos dos les parecía genial ver su vida como una telenovela. Yoshiro se volvió una mala influencia para Yamaguchi. Extendió su mano para tomar otra galleta, pero ya se las había terminado ¿cuando? no lo sabe, pero ya no hay más. Tal vez no eran tan malas, le gustaría saber donde las compro.
Y ahora es cuando tiene que pensar en si dejar que más cartas lleguen a él o dejar que lleguen y ver en que termina. Sabe bien que eso es aburrido y tedioso, pero no lo sabrá si no lo intenta.
Y para que mentir, quiere más de esas galletas.
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──¿Mango o miel con gomitas? ¿Mango o miel con gomitas?, ya se, está será.
Termina de darle unos detalles a la carta, listo esto la toma y se va al cuarto que tiene los chicos del club de voleibol para cambiarse, sin nadie cerca se escabulle y busco el bolsón de su amado. Estando con el bolsón deja la carta y el paquete de galletas ahí. Sin más sale de ahí deprisa, cumple su sueño de la niñez con ser un ninja.
──Bueno, ahora solo tengo que observar si sigo con esta etapa de enamoramiento o solo lloró en mi cama porque me rechazaron, ay de mi.
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