Capítulo 28

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Al día siguiente, la peli-negra estaba levantándose estirandose en la cama cuando ve que ah su lado estaba el ramo de flores.

Se levanta de la cama lentamente, mirando el ramo de flores con una cara seria esas flores debía haberlas tirado en el mismo momento en que las recibió, de que le servían un puñado de flores que al final de cuantas se marchitaran, ella ya no lo quería, ya no lo amaba el amor que sintió por Elrick ya se había marchitado en el momento de su asesinato.

Celine entró y también noto el ramo sobra decir que casi le da un ataque, pensar que alguien tenía el coraje de declararse a su joven amita, sin duda el tipo tenía ganas de morir a menos del Duque y Duquesa. Celine tomó el ramo para dejarlo de lado, tomó a su niña con intenciones de meterla al baño.

Cuando salieron del baño Isabelle vestía con un vestido estilo victoriano azulado, junto unos zapatos bajos de color negro. Su pelo estaba tomando en una larga trenza que se posaba en su hombro.

Salieron de la habitación, Arvel estaba afuera esperando, y fueron hacia el comedor donde estaban los primogénitos de la familia Arleyn aunque faltaba el jefe de la casa. Isabelle se sentó en el lugar que le había señalado el mayordomo que era al lado de la princesa Janette quien estaba más que encantada.

Todo estaba en silencio esperando al Duque quien llegó y pidió disculpas por la demora, empezaron a comer sumidos en el silencio ensimismado.

- princesa, anoche no la vi por mucho tiempo, ¿ocurrió algo?- pregunto mirando a la joven- quería pedirle algunos consejos de unos negocios.

- mis disculpas Duque, anoche fui a mi habitación a descansar, tengo un horario definido para ir a descansar- hablo cortando un pedazo de pastel- lamento no haberlo ayudado.

- esta bien, yo también me disculpo por no haber considerado su horario- sonrió amable Dornan- espero que más tarde podamos hablar de negocios.

- si así lo desea, pero tendrá que ser otro día, dentro de poco tendré una pequeña reunión- comentó mirando su taza de té- así que espero con ansias hablar de negocios otro día.

- princesa, me preguntaba si es que no fuera un inconveniente, ¿invitarme a su fiesta de té?- pregunto nerviosa, jugando con sus manos y sonrojada- me gustaría mucho poder ser su amiga.

- princesa Janette, lamentablemente mi fiesta es algo privado y además habrán temas personales- dijo calmada, noto la desilusión de la menor así que solo suspiro- pero no tendría problemas en invitarla otro día para que usted venga.

Janette chilló de alegría mientras que aceptaba la invitación de la princesa, lo que provocó que la menor estuviera feliz todo lo que quedaba de día.

Ya siendo tarde, la princesa Rossbartlett estaba preparándose para irse a su casa, las criadas estaban ordenando todo lo necesario para poder irse. Isabelle estaba ayudando a Celine a ponerse su ropa más cómoda, terminando salio a despedirse de la familia Arleyn quienes estaban esperando afuera en la entrada de la mansión.

- espero que su estadía aquí fuera de su agrado- dijo emocionado- espero volver a verla Princesa.

- gracias Duque, también deseo volver aquí algún día- sonrió amable haciendo una reverencia- me fue muy encantador venir.

- espero verla pronto princesa- hablo Janette alegre y nerviosa- me gustaria mucho verla nuevamente.

Isabelle mostró una sonrisa radiante solo para Janette quien sintió su cara enrojecer, después de una larga despedida subieron al carruaje para partir a casa, estaban a medio camino solo en silencio mirando por las ventanas.

- mi señorita, ¿que hará con las flores?- Celine pregunto nerviosa- ¿realmente aceptará los sentimientos de él Joven Elrick?.

- no, no lo haré jamás- confesó con seriedad- no estoy interesada en estar con alguien.

Miro con desdén el ramo de flores, no se dejaría llevar ni por Elrick, ella no comería el error de confiar ciegamente en el nuevamente. Tomó el ramo de flores para bajar la ventana y tirarlo por esta.

- esta es mi única oportunidad para demostrar que no necesito del amor para vivir- sentenció mirando el ramo tirado en el piso- ahora solo necesito concentrarme en mi.

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La peli-negra estaba de pie, en sus manos había una pequeña semilla toda marchita y seca. Suspiro para relajarse al momento en que sus manos aparecía una luz plateada junto a unos leves brillos de colores y en su frente aparecía una pequeña marca color pastel.

La semilla empezó a tener mejor aspecto, poco a poco, la semilla empezó a dar un bello lirio púrpura con manchas negras, cuando estaba en su mejor momento detuvo el brillo.

- ¿como lo hice Sacerdotisa?- pregunto dejando la flor en la mesa- estoy algo cansada.

- vas perfectamente bien, tu entrenamiento está yendo de acuerdo a las expectativas- halago con una sonrisa- después de esto seguiremos trabajando con terrenos infertiles y alguna qué otra enfermedad.

- suena a mucho trabajo- sonrió nerviosa, limpiando su sudor con un paño- espero que no sea tan agotador como espero.

La puerta se abrió y el Sumo Sacerdote se asomo por la puerta con aquella característica sonrisa.

- lamento interrumpir, princesa su carruaje esta esperándola afuera- el oji-verde comentó alegre- espero que vuelva a venir nos alegra tenerla aquí.

- gracias Sumo Sacerdote, a mi también me gusta venir- concordó Isabelle alegre- si me disculpan, debo irme seguramente estará mi hermano esperando.

Después de salir del salón, corrió por los pasillos saludando a algunos jóvenes del templo hasta que llegó a la entrada donde estaba su hermano Claude mirándola con una gran sonrisa.

- hermanita, estas tan linda hoy, no pude desearte feliz cumpleaños hoy no puedo creer que ya tengas 17- exclamó sumamente feliz- espero que no sea tarde para darte un abrazo.

Isabelle sonrió para saltar a los brazos de su hermano quien le levantó muy contento. 3 años habían pasado, los Rossbartlett se habían mudado a la capital dos años y medio acaparando la mitad de esta gracias a los éxitos de estos mismos.

La familia imperial se había mudado a la capital y como era la costumbre las demás familias los siguieron donde se supo a conocer la identidad de la Flor Social de que la tanto han oído hablar.

Isabelle Rossbartlett no sólo era eso también a su "corta" edad era la dueña de varias tiendas de ropa, joyería y artículos de belleza tanto femenina como masculina gracias a su conocimiento.

- tenemos que ir a casa, pronto será la fiesta y la protagonista todavía no está lista- exclamó sonriente, le ayudó a subirse al carruaje- vamos a casa enseguida.

¡Renací Para Vengarme De Esa Perr*! . [REEDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora