Capítulo 36.

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Llegando a la capital, los invitados vieron a la gran cantidad de gente que vino a verlos, los niños jugaban alrededor del carruaje que iba a paso moderado. Isabelle sacó su mano para saludar a la gente quién le devolvía los saludos con gritos de alegría o tirándoles pequeñas flores.

Llegaron a las entradas de palacio, abrieron la puerta ayudando a la princesa bajar, Isabelle ayudó a la princesa a salir para sonreírle con amabilidad y tranquilidad. Shilra se dejó ayudar pues nadie le había ofrecido su mano.

Entraron al palacio donde había hombres mayores y entre ellos la familia imperial vestidos de colores dorados y celeste.

Emperador Rosier: sean bienvenidos a este imperio, saludos al Emperador Keljan y a la Reina Ranhea -expresó serio para amable a sus palabras- ella es mi esposa la Emperatriz Leah, y ellos son mis hijos Edmond y Kyle.

Emperatriz Leah: un placer conocerlos y en especial a la Reina Ranhea-comentó amable con una sonrisa- también es un gusto conocer a la hija de sus majestades.

Keljan miró a su "hija" quien seguía aferrada al brazo de la princesa Rossbartlett, ella solamente se dejaba y miraba con burla a las concubinas buscándole la quinta pata al gato. Shilra por otra parte estaba asustada no sabía del idioma Ananhart, el Emperador no le habia dado un presupuesto ni para un profesor de clase baja, así que tímidamente hablo en su idioma.

Shilra: e-e-el pl-placer e-es mi-mío-conesto en voz baja con temor y haciendo una reverencia temblando- es-estoy ba-bajo su cui-cuidado.

El ambiente se puso tenso y pesado, el Emperador y la Emperatriz Leah miraban, junto a los nobles, con desaprobación no a la niña, sino a Keljan quien intentó evitar las miradas tratando de hacer que su esposa hable.

Isabelle: donde están nuestros modales-declaró tratando de aliviar el ambiente- vayamos al salón, nuestros invitados deben estar cansados.

Keljan estaba por agradecerle con la mirada pero esta simplemente le miro con frialdad nada comparado a cuando los recibió con una sonrisa, la joven tomó a la peli-verde de la cintura para ayudarla caminar alzando su rostro.

Isabelle: espero que seamos amigas princesa Shilra-susurro al oído de la joven- me agrada tu color de pelo es muy lindo.

Shilra se quedó callada sin saber que contestar, nunca nadie le había ofrecido ser su amiga o halagar su pelo verde que en Hoiji era un presagio de mal augurio. Caminaron por un largo momento hasta que llegaron al salón principal.

Todos se sentaron en sus lugares, Isabelle estaba al lado de Edmond, al lado de ella estaba la peli-verde nerviosa y callada.

Emperador Rosier: supongo que saben porque estamos aquí verdad?-pregunto con ironía- Keljan, sus subordinados han provocado caos y....

Se quedó callado y miró con recelo a las concubinas quienes estaban tratando de distraer a Keljan y a los nobles.

Emperador Rosier: concubinas, deben salir de aquí!-ordenó molesto- aún no entiendo porque las has traído, es una falta de respeto a nuestro imperio!.

Emperador Keljan: lamento que te hayan ofendido-se disculpo, miro con ira a sus concubinas y ellas se fueron.

Emperatriz Leah: sera mejor que nosotras nos fuéramos para que les sea más fácil hablar-opinó levantándose de su lugar.

Emperatriz Leah se acercó a su Emperador para darle un beso en la mejilla, estaban apunto de salir ella, la Reina Ranhea y Shilra pero la única que se quedó fue la princesa Rossba.

Emperador Keljan: y la princesa Rossbartlett no saldrá?-pregunto con dudas- esto es concierne de regentes y otros nobles.

Isabelle: por si no lo sabe soy una noble y también formó parte de este comité-expresó colocando una de sus manos en la mesa- pero sí el Emperador Keljan desea que me vaya así será.

Hizo afán de levantarse pero fue detenida por Edmond y los demás de nobles quienes le miraron.

Noble: no es necesario princesa-comentó nervioso.

Emperador Rosier: si, es tu deber como parte de comité quedarte-anunció golpeando la mesa- no te atrevas a levantarte muchacha.

La oji-roja sonrió con picardia, mirando desafiante a Keljan quien estaba rojo por la vergüenza, asintió para hacer una reverencia para volver a sentarse.

Isabelle: sus órdenes son mi prioridad majestad-respondió con una gran sonrisa- entonces me quedare aquí y seré de ayuda.

Emperador Rosier: Kyle, ve con tu madre-ordenó mirando a su hijo.

Kyle: pero padre como príncipe debo quedarme aquí-suplicó mirando a su padre.

El emperador hizo una seña para que se acercara y así lo hizo.

Emperador Rosier: no confío en las concubinas, quedate con tu madre y la reina Ranhea en caso de seguridad-susurro bajo y nadie le escucho- te confío la seguridad de ella y las invitadas.

Kyle: si realmente lo deseas que así sea-dudoso hace una reverencia para irse.

Isabelle: entonces, comenzamos con la reunión?-pregunto apoyando sus codos en la mesa con una mirada fría e insensible.

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Leah estaba caminando y a su lado estaba Ranhea. Shilra estaba detrás de ellas aunque la Emperatriz sutilmente le miraba usando aquel traje tan oscuro y desaliñado.

Acercó a una de las sirvientas y susurro algo a su oído, la sirvienta hizo una reverencia para irse junto a otras dos.

Emperatriz Leah: guardias!-llamó y aparecieron tres- lleven a las concubinas a sus habitaciones, me es desagrable verlas.

Las concubinas iban a quejarse cuando al lado del príncipe había un león y mostraba su espada.

Kyle: cabe recordar que ustedes son simples concubinas-declaró con sorna en sus palabras- ustedes son solo amantes y por ende no tienen voz ni voto en nuestro imperio.

Emperatriz Leah: dejenlas en sus habitaciones y que sea con vigilancia-susurro al guardia- no queremos accidentes o que se pasen de listas.

Guardia: a sus órdenes majestad-contestó serio- necesita algo más?.

Emperatriz Leah: no, te llamaré si es necesario-mando alzando su mano.

Ya después de que se fueran las concubinas, ambas regentes quedaron en silencio, Leah miró a madre e hija aunque más que eso ninguna se hablaba o miraba.

Kyle: mamá, te parece si vamos a tu jardín a comer algo?-pregunto a su lado- debe estar fresco a esta hora.

Emperatriz Leah: eso crees?-miró a su hijo- entonces haz los preparativos iremos al jardín.

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Habían pasado unas cuantas horas desde entonces, ambas regentes hablaban de sus reinos y de las ropas de que estaban de moda actualmente.

Mientras que ambos adolescentes estaban sin hablar y sin mirarse sumidos en la tensión del aire y la incomodidad estaba en el aire.

Shilra miraba la puerta del jardín de la Emperatriz, esperaba ver a la princesa, estaba ansiosa era la primera vez que alguien no la miraba en menos o le ignoraba.

¡Renací Para Vengarme De Esa Perr*! . [REEDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora