Capítulo 17.

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Isabelle estaba enfrente del bosque, sentía muchos nervios en su vida pasada nunca hizo esto pero hoy lo haría.

Dio el primer paso para entrar así que miro y noto que muchos jóvenes se iban por caminos separados ella no era la excepción caminaba sin rumbo oía muchos ruidos de animales y algunos ruidos de animales que no pertenecían al hábitat del bosque. El rugido de un tigre se escucho cerca de ella, se dio la vuelta viendo un tigre albino este se acerco a ella y viceversa.

- eres un animal lleno orgullo te agradezco por elegirme pero no eres lo que busco, te recomiendo que vayas por allá- dijo Isabelle apunto a donde había una chica de cabello castaño.

El tigre pareció agradecerle para luego irse con la que sería su nueva maestra, la oji-roja se fue adentrando más en el bosque se aparecían todo tipo de animales. Entró ellos escucho como el siseo desesperado de una serpiente así que empezó a seguir el sonido y encontró la serpiente albina atrapada entre un arbusto espinoso.

- espera deja ayudarte- acercándose y con cuidado logró abrir el arbusto lo suficientemente para que el reptil saliera.

El serpiente en sí era extraña tenía pequeñas y adorable patas del mismo color que su cuerpo, tenía en su cabeza una gema incrustada, en el final de su cola había un pequeño arbusto verde que parecía algodón de azúcar y los ojos de aquel reptil eran totalmente blancos aparte de que era sumamente grande media cerca de 1 metro y medio.

- tu, no eres una serpiente común y corriente- comentó mirando a la criatura.

- tu tampoco eres una niña común y corriente- respondió la serpiente.

Isabelle cayó al suelo sorprendida o más bien asustada, aquella serpiente acababa de hablar o al menos eso creía pues sólo abrió la boca y las palabras salieron aparte de que tenía la voz de un muchacho.

- eres increíble, es la segunda ocasión que veo un caso de renacimiento- contó mirándole con burla.

- ¿renacimiento?, ¿eso significa que alguien más renació aparte de mi?, ¿quién fue?- pregunto poniéndose de rodillas enfrente del reptil quién soltó una risa.

- no puedo decirte lamentablemente, pero si puedo decirte que quiero que seas mi maestra y como tal debes darme un nombre- indicó acercándose a ella.

- entonces, acepto ser tu maestra y tu serás Zoran ese es tu nuevo nombre- musito y entonces la serpiente se acerco más a ella.

Varias luces brillantes pero tenues se hicieron presentes, debajo de ellos apareció un especie de sello y unas cadenas de oro empezaron a rodar cerca de ellos.

- desde hoy hasta nuestra muerte, mi vida será tuya sin importar el camino que hayas elegido, Isabelle Rossbartlett te acepto como mi maestra- prometió y una de las cadenas se tenso, resonó por el lugar.

- desde hoy hasta nuestra muerte, mi vida será tuya sin importar el camino que haya  elegido, Zoran te acepto como mi Sagrado Animal- repitió las palabras y la cadena se tenso y luego pareció encogerse alrededor de ambos para desaparecer.

- te sentirás algo cansada, es normal nuestra energía se está fusionando, pero ahora tienes que levantarte y seguir en busca de otra bestia- respondió para subirse al brazo de su maestras y desaparecer.

Isabelle se levantó lento y con cuidado todo parecía moverse en su entorno, siguió el consejo de Zoran entonces empezó a caminar aún más adentro donde los árboles parecían más grandes lo que provocaba que fuera más oscuro por suerte las plantas eran brillantes tanto como para alumbrar su camino.

- no hay más animales aquí, Zoran estas seguro que debo estar aquí?- pregunto a la nada.

- si solo sigue caminando y ella aparecerá- comentó el reptil.

- ¿ella?, eso suena raro- susurró haciendo un mohín.

Se detuvo cuando escucho el sonido de unas campanillas, asustada se esconde detrás de uno de los árboles los pasos se hacían más cercanos, asomó la cabeza para ver la gran y magnífica criatura.

Era parecido a un ciervo solo que este era de un perfecto y bello blanco, era grande quizás le llegaba a su altura o más, tenía unos grandes cuernos que tenían algunas runas en un idioma ya olvidado, sus ojos eran de color cían convinado con celeste.

Desde su cuello hasta el inicio de su lomo tenía musgo de un bello color celeste que bajaba a colores pasteles junto a unos lindos lirios del vale color blanco, en las patas del animal tenía un especie de cuerno pequeño en la parte trasera, su cola era larga y a plena vista suave también tenía unas diminutas flores, más abajo de su lomo también tenía musgo del mismo color y en su frente llevaba y también una gema pero de color blanca.

- que bello- expresó Isabelle, hipnotizada por la belleza del animal quien miro donde Isabelle estaba escondida.

- gracias, no tienes porque esconderte sal de ahí- aclaró calmada, la voz era muy relajante y suave.

- yo....lo siento no quería esconderme es solo que Zoran me dijo que viniera más adentro- comentó nerviosa y algo sonrojada saliendo detrás del árbol.

- parece que ya tienes un Sagrado Animal contigo pero veo que también has renacido y buscas venganza- explicó acercándose a la oji-roja.

- si así es, quiero cambiar mi vida y destruir a quiénes me usaron- dijo la Rossba apretando sus manos contra su vestido.

- entonces convierteme en tu sagrado animal también, yo podría ser de ayuda- sugirió estando cara a cara con la muchacha.

- está bien entonces tu nombre será Lilith- nombró la humana y nuevamente el rito con Zoran se volvió a repetir.

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Mientras tanto afuera del bosque, todos estaban esperando a Isabelle pues ella era la única que faltaba todos los jóvenes ya habían salido.

La Emperatriz calmo a la familia Rossbartlett diciendo que si ella no salía en un lapso de tiempo ella mandaría a buscarla con su leona, los padres de Isabelle estaban preocupados y....¿si ella se lastimo?, ¿se perdio en el bosque y no encuentra la salida?, o ¿se encontro con una bestia que no pertenece al bosque?. El lapso ya había terminado Leah mando a su leona y los príncipes también iban a mandar a sus leones sobra decir que Arvel también mando a sus sagrados animales que era un gran cuervo blanco y un gato siamés.

Llegando a la entrada los animales iban a entrar pero algo les detuvo entrar y rápido volvieron con sus maestros, el tintineo se escucho a la distancia todos estaban atentos a que era ese sonido que cada vez más fuere se hacía. Entonces Isabelle salió pero no sola si no con dos criaturas que nunca nadie había visto en la vida pero los sacerdotes al ver a las criaturas casi se desmayan todos.

Isabelle se bajó del lomo de Lilith pero antes de acercarse a los sacerdotes su hermano mayor le abrazo preocupado, Isabelle se dio cuenta que la noche estaba por aparecer entonces el resto de la familia se acerco a ella revisando de que no tuviera nada más. La Emperatriz también se bajó de su lugar para caminar adonde estaba la oji-roja.

- Emperatriz, lamento haber causado este alboroto- se disculpó la joven haciendo una reverencia.

- no importa eso, por ahora vayan a casa y mañana ve al templo a recibir la bendición- comentó Leah levantando su mano entonces miro a su esposo quién asintió.

- todos pueden retirarse espero que hayan disfrutado de este día y recuerden que pasado mañana será el festival- recordó el Emperador y todos hicieron una reverencia para irse a sus hogares.

¡Renací Para Vengarme De Esa Perr*! . [REEDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora