Capitulo 27.

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Los murmullos sonaban todos sorprendidos por tal situación en que la princesa conocía al Sumo Sacerdote.

Elrick se acercó a la caja tapada, la tomó para ponerla en la mesa y empezar a quitarle la manta mostrando una caja de madera de roble, al abrirla noto un acolchado interno color morado y en medio había una funda color negra con diseños en plata y oro, a su lado una gran y brillante espada color plata, el mango era detallado pero no debía molestar, tenía una joya azul en donde se juntaba el mango con la espada.

- se que usted quiere ser un caballero así que, no sólo le conseguí esta espada además de eso el Sumo Sacerdote bendecirá la espada- dijo calmada, y luego miro a Anette- a diferencia de las bendiciones que se dan en situaciones especiales, los objetos como estos son muy bien conocidos como amuletos de suerte y en caso varios como reliquias benditas.

Todos los demás estaban en shock y/o sorprendidos aparte de que el Sumo Sacerdote sonreía abiertamente apoyando a la joven, Redther solo bajo la cabeza y apretó sus puños con fuerza al lado de enterrar sus uñas en su piel y sacarse sangre a si misma.

- eso es correcto, Joven Elrick le pido que tome su espada y se arrodillé- ordenó sonriente.

El oji-morado se arrodilló tomando la espada y usándola como pilar, el Sumo Sacerdote se acercó a él para extender sus manos encima del.

Empezó a hablar en el antiguo Santo idioma por lo cual ninguno podía entender lo que decía, claro excepto Isabelle que a pesar de que ella no había visto o estudiado ese idioma santo podía entender claramente lo que decía. Miró a Anette ella tenía una clara expresión de confusión y molestia por no entender ese lenguaje.

Terminando Elrick se levantó con ayuda de su hermano y hermana luego guardo la espada en la funda para cerrar la caja y mandar a un sirviente que fuera a dejarlo en su habitación. El Sumo Sacerdote giro su cuerpo notando que al lado de la princesa estaba la chica de que había oído hablar.

- la que está al lado de la princesa, debe ser la señorita Anette Redther cierto?- pregunto el Sumo Sacerdote calmado.

Anette por otra parte estaba nerviosa y temblorosa, hizo una reverencia hacia el peli-celeste quien le inspeccionaba con su fría mirada.

- a-así es Su-Sumo Sacerdote, soy Anette Redther- habló pálida a cada paso que el hombre daba a su dirección- es un gusto poder verlo en persona.

- jaja ahora que está frente a el Sumo Sacerdote ella debe estar tan avergonzada- susurro con burla una joven.

- siempre se jacta y presume que ella será la gran Sacerdotisa- se escucho una risa con malicia.

- vamos no te burles de ella- riéndose- ella siempre fue tan vanidosa y ahora de estar super apenada.

- usted sin duda tiene un pequeñito poder santo pero es muy escaso que apenas se puede decir poder- mencionó el oji-verde con una sonrisa.

- ahh, el Sumo Sacerdote puede parecer tranquilo pero su lengua es filosa como una espada- observó mientras que intentaba ocultar su sonrisa.

Anette estaba completamente roja por la vergüenza e ira que pasaba en ese momento, quería gritarle en la cara pero sabía que al hacerlo ella se vería como la estupida e ignorante además de gritarle al Sumo Sacerdote es igual que blasfemar.

Todos le miraban fijamente y escucho algunas risas en el fondo, miro por última vez a la culpable de su situación quien le miraba con una sonrisa superiora que le hizo hervir la sangre.

- me iré de esta fiesta, es totalmente aburrida y no tiene nada de llamativo para alguien como yo- hablo molesta para darse vuelta e irse junto a su sirvienta que la seguía.

- le agradezco mucho su regalo y al templo, esto es muy maravilloso- comento Elrick con una gran sonrisa.

- agradezca al templo, ellos hicieron el trabajo- mencionó Rossba con una risa sutil.

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La noche se hizo presente y sería la hora del baile, Isabelle estaba hablando con Tatiana ya que ella sería su pareja en ese baile.

Arvel también estaba, como escolta debía estar presente en cada evento que iba su señorita, estaba rodeado de mujeres y algunos hombres que buscaban charlar con él o invitarlo a bailar. El peli-celeste por contrario sólo miraba a su señorita reírse con su nueva amiga, tenía que admitir que el quería a Isabelle pero no era posible que ella lo quisiera por temas de estatus y pureza de sangre.

Miró a una joven que le ofreció bailar, era linda aún así no se compraba con ella, pero de igual forma acepto bailar con ella. Fueron a la pista de baile empezando a bailar.

- fue divertido ver la cara de molestia de Redther, ella simplemente era muy molesta- Tatiana confesó risueña.

- es verdad, el Sumo Sacerdote también tenía planeado hacer que ella parara de decir que era la Gran Sacerdotisa- comentó mirando sus uñas pintadas de un bello color coral- supe que hasta llego a los oídos de la Gran Sacerdotisa.

- ¿seguimos bailando?- pregunto amable.

Isabelle le ofreció su mano y fueron a bailar, no eran las únicas del mismo sexo bailando habían parejas del mismo sexo bailando, ellas hablaban riendo y comentando cosas divertidas del pasado o de como sería el futuro.

Después del baile, ambas se fueron por caminos separados en el salón cuando ella fue interceptada pero el protagonista de la fiesta, Isabelle miró con una ceja alzada al joven frente a ella.

- ¿le gustaría una copa con jugó?- pregunto ofreciendo una copa.

- gracias, ¿no deberías de estar hablando con ellos?- señaló a un grupo algo alejado de personas.

- si, pero me preguntaba si le gustaría ir conmigo a ir al jardín- sonrió amable.

- tu eres el protagonista de esta fiesta, no puedes desaparecer- señaló tomando todo el líquido morado.

- si pero nadie lo notará, ¿vamos a dar una vuelta?- pregunto ofreciendo su brazo.

Isabelle suspiro para dejar la copa en la mesa, tomar el brazo del joven y salir del salón sin que nadie se diera cuenta, caminando tranquilos.

- me alegra que allá venido princesa, pensé que podría declinar mi invitación- hablo de repente.

- no puedo hacerlo, soy la flor social de la sociedad, no me hice famosa por rechazar invitaciones- bromeó con sutileza.

Posó sus ojos rubíes en una de los matorrales de flores, si no se equivocaba eran lirios, rozó unos con la yema de sus dedos sintiendo lo suave y frías que estaban. Entonces un ramo de flores de Aciano, Gladiolo, Tulipan y Garadio apareció frete a ella, confusa y sorprendida mira al rostro del oji-morado.

- espero que acepte este ramo de flores junto con su significados- pidio, se arrodilló para tomar su mano- espero que con el tiempo usted pueda aceptar esto.

- Lord Elrick, me halaga pero no ah pasado ni una semana desde la visita a mi casa- hablo sorprendida- le pediría un poco de tiempo para asimilarlo.

Antes de que volviera a hablar la chica se había soltado e ido a su habitación junto a los ramos de flores, los dejo por ahí y se fue a poner el pijama antes de irse a dormir.

>Aciano: "Mi amor es puro y limpio". En el lenguaje de las flores, el aciano es el mensajero de los sentimientos puros y delicados.

>Gladiolo: "Me has llegado al corazón". En el lenguaje de las flores, el gladiolo en el centro de un ramo indica, según el número de flores, la hora a la que tendrá lugar una cita.

>Tulipan: "Te prometo un amor sincero". En el lenguaje de las flores el tulipán simboliza una declaración de amor sincera.

>Geranio: "Soy feliz contigo". En el lenguaje de las flores, el geranio significa la alegría de pasar tiempo con alguien.

¡Renací Para Vengarme De Esa Perr*! . [REEDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora