¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(RAYITO ACTIVO)
(POSIBLES ERRORES DE ORTOGRAFÍA Y REDACCION, ¿ALGÚN OTRO TRÍO?)
—Deja de mentir, es obvio que te encanta que te lo metan
Sanzu Haruchiyo estaba burlándose de el mayor de los Haitani ya que ambos estaban en un bar privado en uno de los hoteles que controlaba Bonten rodeados de varias chicas con ropa apretada y aun asi a él de tatuaje en el cuello no le provocaba nada.
—Deja de decir estupideces maldito drogadicto, eres tu quien desea que el jefe lo someta
El peli-rosa le dio una mirada asesina y chasqueo su lengua para luego seguir pasando sus manos por el busto de las chicas a las que rodeaba sus brazos.
Se levanto en silencio bajo las quejas de las demás prostitutas y fue al cuarto donde se supone estaría su hermano.
Lo había negado pero hace tiempo su hermano se había estado acostando con uno de sus compañeros de trabajo, y eso le ponía furioso porque el estaba también rogando por un beso de "su chico".
Al tocar la puerta nadie se tomó la molestia de abrir pero escuchaba ruidos dentro del cuarto de lujo, golpeó la puerta otra vez pero no salía obligandolo a acercar la oreja a la puerta e intentar escuchar lo que pasaba.
—Ah~
—¿Te duelen las piernas ya?, no pasa un minuto desde que empezaste a saltar sobre mi
—Cállate, bastardo~
Su piel se erizo cuando a sus oídos llegó el sonido de los gemidos de su hermanito y el sonido de pieles chocar contra fuerza, pateo la puerta con fuerza para que se detuvieran, si no la terminaría tumbando.
Rindou se asusto cuando escucho a quien seguramente era su hermano intentando entrar pero lo tomé de la nuca mientras mi otra mano estaba en su cintura tomándolo con fuerza para que no intentará separarse de mi.
Lo atraje con fuerza para besarlo bruscamente, aunque se detuvo un segundo al sentir mi lengua jugar con la suya paso sus brazos por mis hombros y otra vez volvió a dar brincos sobre mi miembro.
Ran con su respiración agitada, cabello despeinado, ropa mal arreglada seguía pateando con fuerza esa puerta que no caía al suelo, apretaba sus puños con fuerza marcando sus venas.
Buscaba una forma de entrar pero era imposible hacerlo sin la llave, solo se podía abrir desde adentro.
Se agacho mordiendo su labio para calmarse, alguien que era capaz de matar sin parpadear no podía llorar por un corazón roto.
Pero para su sorpresa luego de unos segundos se escucho el sonido de la puerta abriéndose dejando ver a Rindou con solo mi camisa puesta para cubrir lo que podía de su cuerpo lleno de mordidas y moretones.
—Hermano...
Ran se levanto de golpe entrando a la habitación encontrándose conmigo mirándolo aún acostado en la cama solo con mi bóxer cubriendo la erección que no iba a bajar tan fácil.
