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(Rayito activo)
Estaba limpiando el rostro de Manjiro de las manchas de sangre que ahí habían, mi rostro no mostraba expresión alguna. Ni siquiera la preocupación que en el pasado tenía cada vez que veía a Sano llegar lleno de sangre y sus nudillos lastimados.
"Noticia de última hora"
Cerre los ojos sintiendo un nudo en mi estómago, intentaba no prestar atención a lo que decía la televisión.
"Se ha encontrado el cuerpo de un joven estudiante cerca de la carrera"
El rubio que estaba sentado en mis piernas oculto su cabeza en mi pecho, sus manos abrazándome y con su sonrisa infantil que varias veces me provocaban pesadillas.
Acariciaba su cabello para calmarme, "Desfigurado", "Violacion", "Tortura" era lo que podía escuchar del periodista en las noticias.
Ese chico, Mikey nos había encontrado en la biblioteca de la universidad hablando animadamente pero para el eso era el mayor pecado que alguien podía cometer.
En el pasado las veces que el comandante de la Toman había mandado a asesinar a quien le parecía demasiado cercano a mi intentaba huir pero lo único que gane fue ir al hospital por mi pierna rota.
Ya no podía hacer nada mas, Mikey se había encargado de ser el unico que podía acercase a mi, solo algunas veces eran Draken o Emma quienes tenían el permiso de vigilarme.
—¿Qué pasa, ______?, ¿acaso estas triste por ese idiota?
—Mikey... —, pensé en responder seriamente pero la última vez que lo hice un ojo morado decoro mi rostro por mucho tiempo —No, al único que necesito en a ti
Dicho eso lo tome de las mejillas y le di un beso en los labios, mi respuesta complació al más pequeño.
Paso sus brazos por mi cuello y se acerco más a mi regazo, ya sabía lo que debía hacer así que no tarde en bajar mis manos a su cintura y pegarlo más a mi.
El beso se hizo más intenso, Mikey había metido su lengua en mi boca para jugar con la mía mientras mis caricias ahora pasaban por su espalda bajo su camisa.
Tardamos unos segundos mas en separarnos cuando nos habíamos quedado sin aire dejando un hilo de saliva entre nuestras lenguas.
Mis manos fueron a sus muslos para llevarlo levantado a la habitación, no tardo en enredar sus piernas en mi cintura y dejar besos en mi cuello mientras yo apretaba su suave piel con mis manos .
Una vez ahí lo tire en la cama y me quite la camisa. Para el era una escena erotica pero para mi era solo mi obligación, algo de rutina que buscaba solo mantenerme vivo un día más.
Paso la lengua por sus labios cuando me vio quitarme el cinturón y desnudar mis piernas también, lo único que aun tenía puesto era el boxer.
Me acerque a él, estaba arrodillado en la cama mientras el estaba debajo de mi con el rostro en mi entrepierna.
A pesar de que no quería ya tenia una erección apretando la tela de mi ropa interior, Mikey con su expresión ansiosa frotaba su mejilla contra mi sexo de forma suplicante.
—Abre la boca
Obedeció sin quejarse y deje salir mi falo duro, la punta estaba tocando la suavidad de sus labios que aprovecho para dejar un beso ahí.
Era lindo, su cara inocente y dulce al lado de mi miembro duro por el cual pasaba la lengua como si tratara de su dulce favorito.
Pero el daba miedo, me asustaba.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando lo metió en su boca húmeda, caliente, para iniciar una vaivén rápido. Solté un gruñido y cerre los para disfrutar de la sensación de su lengua en la piel de "lo que le pertenecía" según el.
Mis dedos juntaban su cabello largo en una coleta para que pudiera chuparla sin problemas, de vez en cuando dejaba mordidas que dolían como el infierno pero no podía decir nada porque se podía enojar.
Su cabeza se movia de adelante a atrás, sorprendemente entraba todo en su boca pero no podía evitar atragantarse y quedar sin aire algunas veces.
El sonido que salía de su garganta cuando entraba y salía que llenaba la habitación silenciosa me ponía ansioso.
—¿Cuanto más tardarás en correrte?
Pasaba la lengua por la punta, su expresión enojada y desesperada porque me corriera en su boca era algo que se me llegaría a hacer lindo si no estuviera obligado a hacerlo con el.
—Si que eres impaciente —, empuje su cabeza con fuerza haciendo que entrara en su garganta con violencia y de sus ojos salieran algunas lágrimas —Si tanto quieres tener mi corrida en tus labios no dejes de chupar
—S-Si
Intentaba decir interrumpido por el trozo de carne en su boca el cual provocaba que de las comisuras de sus labios cayeran también hilos de saliva a su mentón.
Unas embestidas más en su boca fueron suficientes para que mi semilla llenará su boca, su expresión de satisfacción lo dijo todo.
Saco de su garganta mi miembro que seguía duro, se limpio la boca cuando que quite de encima suyo pero no vi que bebiera el líquido que había estado demandando con desesperación.
—¿Otra vez?
La última vez que me hizo un oral se negó a beberlo porque para el eso era un tesoro, y tuve que hacerlo beberlo a la fuerza.
Me acomode entre sus piernas y levante su cadera para que mi virilidad quedara entre sus nalgas densudas y me frote un poco entre ellas
—¿Me harás obligarte otra vez?
La forma en que movia su culo para provocar fricción me daba la razón.
Deje la punta en su entrada y di una estocada profunda que lo obligo a ahogar un grito fuerte pero no me importo y seguí embistiendo hasta que mi cadera se cansará.
Quería provocarle un poco de dolor, el mismo que el le provocó a mis compañeros de trabajo, de universidad, a todos con quien buscaba consuelo.
Pero sabía que para el era mucho más satisfactorio que para mí, porque los músculos de sus piernas de tensaban y sus ojos se ponían en blanco.
Era apretado y para mi mala suerte el mejor culo que existe.
—Mmh~
—¿Qué pasa? Ah~
—Eres mio, ¿lo entiendes?
Esa frase se escucho en mi cabeza a pesar de que no estaba seguro que lo hubiera dicho, sentía mis manos temblar de la nada.
No le respondí ya que en ese momento sentí como se puso mucho más estrecho de la nada, me di cuenta que era por que había llegado al orgasmo cuando su pecho y se mancho de su propia esperma.
Finalmente se vio obligado a beberlo.
Un par de embestidas más y yo también tuve una segunda corrida más pequeña que la primera en sí interior.
