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(FINALMENTE, LUEGO DE TANTO QUE INTENTE ESCRIBIRLO LO TERMINE AUNQUE PODRIA HACERLO MEJOR. ESTE ES MAS LARGO QUE LOA DEMAS)
¿Por qué soy así?
Eso pensaba mientras las manos de Hanemiya se pasaban por mis muslos explorando mi boca con su lengua, estaba sentado sobre el con los labios hinchados y la ropa desarreglada.
Estábamos en la habitación de Hanma mientras en el piso de abajo podía oírse la música a todo volumen junto con los gritos y risas de todos los ebrios adolescentes sin la supervision de un adulto.
Sentía ya debajo de mi su ereccion, sus manos se metían bajo mi short buscando tocar mi trasero aunque debía admitir que yo también estaba muy excitado apreciando con detalle la cara roja y sudorosa de Kazutora.
Sus ojos entrecerrados, como mordía su labio inferior y el cabello despeinado del que algunos se pegaban a su rostro.
Tomo la parte inferior de mi camisa para quitármela dejando mi pecho desnudo pero justo en ese momento se escucho como la puerta fue abierta de una patada.
-¡KAZUTORA HIJO DE PUTA, TE MATARE!
-¿Seguro que están aquí, Ryusei?
-Definitivamente, la moto de ______ esta estacionada justo enfrente
Los cinco nos quedaron mirando como tontos, por suerte logré hacerme a un lado cuando Keisuke se lanzó sobre el de cabello banana para tomarlo de el cuello de su camisa y levantarlo haciendo que sus pies no pudieran tocar el suelo.
-Maldito ¿Estabas por tirarte a mi ex?
Me levante para ir rumbo a la puerta, podía sentir el piso moverse por los altos niveles de alcohol en mi sangre luego de beber como un loco, la mirada que Chifuyu me dedicaba mostraba lo enojado que estaba pero también pasaba por mis piernas desnudas.
Después de todo tenía un short corto que a duras penas me cubría el trasero. Y eso era lo que tenía a los cuatro chicos tan hipnotizados.
-Ryu~ llévame a otro lugar
Tome su nuca con mis manos moviéndome de un lado a otro de forma sensual para luego besarlo en los labios, mi cuerpo estaba caliente y realmente no me importaba quien, pero necesitaba alguien que pasara conmigo la noche.
Cuando Sato me correspondió tomando mi trasero entre sus manos recibió un gran golpe en la cabeza por Baji quien estaba incluso más enojado que antes.
-Zorra... ¿Andas por ahí buscando una verga?
-Es tu culpa por abandonarme, podría haber sido la tuya la que me satisface
El lo sabía perfectamente, como yo me ponía con tragos en la cabeza y por eso vino de prisa cuando se entero que estaba en una fiesta donde el licor abundaba.
