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(RAYITO PASIVO)
(NO SE QUE TAN BIEN ESCRITO QUEDO PORQUE ANDO MEDIO DORMIDO, FINAL DE ESTA EXTRAÑA MINIHISTORIA)
—¿Cuantas veces te tengo que decir que estoy saliendo con tu hermano?
—Una noche, solo una
Hakkai unía sus manos en forma de plegaria intentando convencerme de que olvidara a Taiju en un cuarto de hotel para que el pudiera demostrarme que podía hacer lo que Taiju mucho mejor.
Eso con el objetivo de que lo olvidara y lo escogiera a él luego de que Takashi lo rechazo.
Pero algo que no tenía en cuenta era que Taiju lo sabía todo y varias veces tuve que calmarlo para que no lo asesinara.
—Esta bien, te veo en tu casa esta noche
—¡¿En serio?!
—Claro que no, si voy será solamente para chuparsela a Taiju un rato
Hakkai apretó sus puños e intento ocultar su expresión enojada y decepcionada que tanto me hacía sentir bien, me di la vuelta para caminar alejándome de él, estaba algo frustrado así que tomar algo en un bar cercano me calmarla un poco.
Esa noche como dije fui de visita a la casa de los Shiba para ver a Taiju pero para mi sorpresa el único que estaba en el lugar era el menor de los hermanos.
Y aunque intente solamente ir a la habitación de su hermano a esperarlo no pude evitar que el chico siguiera insistiendo y molestando.
—Se que puedo satisfacerte más que el
—No lo creo, ya ni siquiera recuerdo lo que paso entre nosotros
La conversación entre ambos se hacia más brusca pero la cercanía entre ambos se hacia pequeña, yo le insultaba pero el se acercaba a mi y no sabía la razón por la que no quería empujarlo, aun tenía la cabeza nublada por el alcohol.
Las manos de Hakkai fueron a mi camisa de botones donde poco a poco la empezó a desabrochar y aunque en ese momento ya hubiera reaccionado y le empujará o intentará golpearlo el no se separaba de mi, en su lugar me besaba el cuello dándome una sensación difícil de describir.
Hasta que de golpe la puerta del cuarto se abrió dejando ver a un Taiju con una expresión difícil de descifrar, sentí un olor extraño venir de el, olor a hierba.
Hakkai se separo de mi dejándome en la cama bajo la mirada dura de su hermano quien camino hacia mi en silencio, cuando me levante temblando por lo que podía llegar a hacer me sorprendió sentir como agarraba mi mandíbula con fuerza.
