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(Rayito activo)
(SIENTO QUE ME QUEDARON MUY NECESITADOS, ALERTA DE CRINGE Y FALTAS DE ORTOGRAFÍA)
—Mhg~ quitamela~
—Nos van a descubrir
—Me importa una mierda, así sabrán que no se podrán meter contigo —, dejo una mordida en mi cuello que seguramente dejaría una marca muy notoria —porque ya eres mio~
Wakasa estaba contra la pared con las piernas entrelazadas en mi cintura y sus brazos que estaban sobre mis hombros pasando sus dedos por mi cabello.
Nos besabamos bruscamente, yo tenia sus muslos en mis manos evitando que cayeran y por eso sentía su ereccion en mi abdomen.
Si, estábamos cogiendo en el gimnasio, por suerte el lugar era alejado y escondido de los que estaban entrenando y nadie me vería acariciar el cuerpo de Imaushi ni tampoco nos oirán por el sonido de la música.
Pero como mi suerte es muy poca pude escuchar los pasos de Benkei que venía hacia nosotros, sabía que Wakasa hablaba enserió cuando decía que no le importaba que lo encontrarán chupandomela pero al menos yo tenía algo de auto control.
Ignorando sus protestas lo deje caer, rápidamente volvió a tomar mi nuca para besarme.
Eran pocas las veces que el tenía ganas de tener sexo pero cuando se alborotaba era capaz de desnudarse para mi donde fuera.
—¡Hey!, ¿no pueden hacer eso luego?
—Ngh
Wakasa se separo de mi de mala gana, yo disimulaba mi sonrojo y la ereccion que tenia en mi pantalón. Me puse detrás de Imaushi dejando mi cabeza sobre la suya al ser más alto y mi entre pierna dura en su retaguardia.
Tocaba su trasero y eso hacia salir una expresión perversa de su rostro.
—¿Son unos perros en celo?
—Puede ser
Le restaba importancia, el resto del día estuvo ayudando a quienes venían a entrenar y a la pequeña hermana de Takeomi que lo molestaba por las muy obvias miradas que me daba mientras entrenaba.
Las ganas de estar juntos no se calmaba sino se hacia más grande porque mi mirada no se había separado un segundo del cuerpo de Wakasa, y eso no parecía molestarlo.
Si fuera una persona normal al final del día visitaría mi habitación pero el era todo menos eso así que le pareció buena idea aprovechar que el moreno estaba demasiado ocupado para ir a la habitación donde estaban algunas abandonadas... ¿camas de levantamiento de pesas?, estaba demasiado concentrado en su trasero como para recordar su nombre.
Wakasa se sentó en una mientras me veía seguirlo, como la habitación estaba separada de las demás la única forma que se dieran cuenta era que escucharan sus gritos.
Me puse frente a él dejando mis cosas a un lado, tenía la respiración algo agitada por el reciente ejercicio pero me importaba poco el cansancio físico y sin demorar mucho me baje el pantalón deportivo junto el boxer dejando frente a sus labios mi erección que milagrosamente nadie había notado a pesar de estar demasiado duro.
El me miró los ojos con una sonrisa coqueta dejando en la punta un beso, paso su lengua por el borde y metió solo la mitad en su boca para empezar un vaivén que poco a poco se iba haciendo más rápido.
Seguramente lo hacía para molestarme ya que no se sorprendió cuando mi mano tomó su cabeza y la empujó con fuerza metiendolo todo en su garganta.
Una de sus manos estaba en mi cadera y la otra bajo a su pantalón para bajarlo y poder masturbar lentamente la erección que se le había formado también.
La habitación se lleno de los sonidos que dejaba salir su boca por cada embestida que le daba a su boca, el solo se dejaba llevar mirándome.
Sus ojos empezaban a ponerse cristalinos por algunas lágrimas que querían salir, cerré mis ojos y mi cabeza deje caer mi cabeza hacia atrás disfrutando de la cálida sensación de su boca húmeda cubriendo mi miembro y su lengua que lo acariciaba tanto como podía.
Su cabeza se movia de adelante hacia a atrás sin detenerse hasta que tuve que obligarlo a sacarlo de su boca.
Había quedado un hilo de saliva entre la punta y su lengua, ya podía ver en su cara una expresión de molestia al ya no tenerlo en su boca pero por mi mirada ya sabía lo que tenía que hacer.
Se bajo el pantalón completamente y levanto sus piernas en mi dirección dejando que yo las tomara y las dejara en mis hombros, se relamia los labios emocionado.
—¿Qué esperas?
—Tranquilo, déjame disfrutarlo~
Deje la punta en su entrada, tuve que usar mi mano para acomodarlo porque la ereccion era tan fuerte que apuntaba hacia arriba.
Metí la punta con lentitud, eso lo hacia enojar y solo por eso lo hacía porque mi miembro dolía y rogaba correrse de una maldita vez.
Las embestidas eran lentas y poco a poco aumentaban la profundidad, Waka dejaba salir leves jadeos que intentaba callar mordiendo su labio.
Sus gemidos me encantaban y por eso los ahogaba, quería que lo hiciera fuerte solo para escucharlo decir mi nombre. Pero para mi sorpresa el celular que había dejado a un lado empezó a sonar, a pesar de eso no me dejaba salir de su interior incluso si tenía que otra vez tocarse el miembro frente a mi para provocarme.
Y por más que intente controlarme logró su objetivo, dejo salir un grito fuerte cuando entre de golpe con fuerza dando inicio a embestidas que lo hacían rebotar sobre esa cama.
Sus piernas en mis hombros se movían con cada golpe de mi pelvis contra su trasero, el sonido de nuestras pieles chocando me hacia olvidar que estábamos en su gimnasio pero el sonido de el volumen de la música aumentando me dejaba ser más rudo.
—¡Ah!~ maldita sea~ correte dentro de una vez ¿quieres?~ —, sus gritos eran cada vez más altos y lascivos —¡_____!~
Decía demandante, su voz salía entrecortada por los gemidos y gritos que salían de sus lindos labios, y para complacerlo iba a cumplir su deseo.
Mis manos pasaron a sus muslos los cuales apreté con fuerza dejando marcas de mis manos intentando callar mis gruñidos y jadeos cuando finalmente me corrí en su interior.
Soltó un fuerte grito y terminó por correrse en su mano, su rostro puso esa expresión que yo tanto amaba.
Sus ojos en blanco y con la cara llena de lágrimas de placer que salían de sus ojos, algunas gotas de sudor por el cansancio y un hilo de saliva que salía por la comisura de su labio.
Su pecho subía y bajaba intentando recuperar el aliento mientras y sin salir de su interior tome mi celular para ver los mensajes.
-¿Qué demonios?
-¿No estarán cogiendo?
-Tuve que poner el volumen de la música al máximo para que nadie oyera
-Los voy a asesinar
-¡DILE A WAKASA QUE DEJE DE GRITAR ASI, TODOS LOS VAN A OIR!
-HIJO DE PUTA
Además de eso varios mensajes llenos de insultos, Wakasa sabía lo que podían decir pero no se arrepentía solo ponía un cara de "¿Segunda ronda?"
