No habrá boda...
—Ire por otra rebanada de pastel—le hizo saber Ginny, internándose en la cocina en busca de otro pedazo de ese manjar de fresas con crema.
—Todo lo que quieras amiga.
Le digo Hermione tomando un bocado de su pedazo de pastel al mismo tiempo que suspiraba con tristeza. Se suponía que debía estar dando brincos de felicidad por haber conseguido lo que deseaba desde que la guerra termino pero no era así.
Hace un poco más de una semana que no sabía nada del profesor Snape, hasta le había escrito una carta esa misma mañana después de haberse comprometido con Ron. Quería saber de su primer día de clases, como le iba con su regreso a Hogwarts y también quería contarle de su reciente compromiso. Sin embargo aún no había obtenido respuesta alguna. Se preguntaba si la estaba evitando. Si no había leído su carta o por lo contrario no quería hacerlo.
Quizá no debió hacer ese último comentario, el que dejó con el aire tan tenso que podía cortarse con un cuchillo. Hablar de que el tampoco podía ayudarme, era dejar en claro que podía ser un pretendiente. Obviamente el no quería serlo pero ella, a ella que demonios le pasaba en la cabeza.
Dejo caer su cabeza en la pequeña mesa de madera con frustración. No quería perderlo, no quería que la evitará. Se prometió a si misma que entonces buscaría una forma de disculparse en algún momento.
Ginny regreso de la cocina en ese justo momento, con una porción bastante grande de pastel y se sentó en la mesa junto a Hermione.
—¡Voy a ser una vaca, después de esto!
Hermione se río y negó con la cabeza.
—¡Una vaca muy embarazada!
Ginny dejo de comer y cruzo los brazos haciéndose la ofendida.
—¡No regresaré a tu casa nunca!
—¡Yo no estaría muy segura de eso!—empezó Hermione mostrándole el anillo que ahora adornaba sus dedo.—Hay una boda que planear y necesito tu ayuda.
Ginny entonces levantó los hombros y se sentó se nuevo en la mesa.
—Asi que le contarás este fin de semana a tus padres, tus planes de boda.
Hermione sonrió tomando la canasta con panecillos que llevaba para sus padres. Desde que los había encontrado gracias al equipo de autores de Harry, compartía con sus padres algunos fines de semana y ese fin de semana esperaba llevarles una gran noticia.
—Si, regresare el domingo por la noche y quizá después de eso podamos empezar con los preparativos.
Ginny asintió encantada. Debía ser la boda del año, tan grande como fue la suya el año pasado. Se bebió el último sorbo de su té y se puso en pie de un salto.
—¡Entonces nos vemos el martes cuñis! Es que el lunes no puedo porque tengo la segunda cita con mi ginecólogo.
Hermione asíntio sobando el vientre plano de su amiga.
—¡Espero ver buenas fotos, bebé!
Ginny se rió
—¡Ojalá!—dijo en respuesta antes de marcharse y dejar que Hermione tomara polvos flu para ir a ver a sus padres. No sin antes pensar en el profesor Snape, le hubiese gustado contarle primero a el que se iba a casar con Ron.
Al parecer se había tomado enserio aquel mal chiste, que el mismo habia comenzado.
Hermione suspiro y dijo la dirección de sus padres. En cuanto apareció por la chimenea de su viejo hogar se lanzó a abrazar a su padre quien ya la esperaban con los brazos abiertos. Luego les entrego la canasta de pan.
—¡Hija! ¡Que alegría verte!
Cenaron en la tranquilidad de la noche, la cena especial de espaguetis con pesto que había preparado su madre. Al tiempo que les contaba cómo iba su trabajo en el ministerio, como esperaba que pronto fuera ascendida por sus logros con los elfos domésticos. También les contó de la recuperación de su profesor y de su regreso a Hogwarts. Del embarazo de sus mejores amigos y por último se había reservado lo mejor que había dejó la noticia más relevante.
Hermione dejo la comida por un lado y dejó escapar el aire que había estado conteniendo sin saberlo. Solo entonces comenzó a jugar con el anillo en sí dedo, preparándose para el gran momento.
—¡Les tengo una noticia!
Sus padres también dejaron de comer a la espera de la gran noticia. Hermione entonces saco su mano debajo de la mesa y les mostró su mano. Una pequeña piedra destello a la luz de los focos y sus padres se quedaron en shock.
—¡Ron!—dijo con alegría—¡Ron me pidió que fuera su esposa!
Los segundos se hicieron largos en aquella mesa, en la que sus progenitores no se movieron ni para cerrar los ojos.
—¿Mamá? ¿Papá?
Su padre se levantó de la mesa tirando la servilleta encima de su plato vacío y salió con pasos fuertes del comedor. Hermione no entendía lo que estaba pasando ni tampoco como al voltear al ver a su madre, está estaba llorando.
—¿Pasa algo?—Pregunto pero su madre no tenía intención de contestar. —Ron es un buen chico. No pudo venir hoy porque le dije que yo hablaría primero con ustedes pero lo hará pronto.
Los ojos avellanados de su madre la miraron al mismo tiempo que se obligaba a hablar. Con algo de nerviosismo.
—¿No puedes casarte?
Las palabras habían salido en un susurro que casi no había podido escucharlo de no ser porque leyó los labios de su madre.
—¡Que!—Exclamo confundida. ¿Por qué no podía hacerlo? ¿Acaso les molestaba que se hubiese comprometido?—¿Por qué no puedo? ¿Dame una razón madre?
Su madre se levantó de la mesa.
—¿Por qué madre? ¿Por qué es mago? ¿Alguien que no es como ustedes?
—Eres muy joven, no lo entenderías...
...
¡Hola mariposas!
Uff qué tremendo..
¿Que hará cuando sepa quién es su prometido?
¿Sabes Snape que se trataba de ella, todo este tiempo?
Nos vemos pronto
Besos y abrazos
Lia Diso 🐤
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Prometida al profesor
Fanfiction// Sevmione // Luego de la guerra, Hermione encuentra a su padres y está lista para ser la esposa de Ron. Todo va mejor de lo planeado sin saber que años atrás sus padres la prometieron en matrimonio, mediante un juramento inquebrantable a su frío p...