Prometida al profesor

Capítulo #10

¿Es un adiós?

El estómago se le revolvió en el momento que entró a la madriguera. No había nadie más que Ron y agradeció eso o no tendría el valor suficiente para decir lo que venía a decir. Después de todo esto cambiaría las cosas.

—¡Amor!—Exclamo Ron con una sonrisa bajando las escaleras, algo que la hizo sentir aún peor. —Pense que me seguirías evitandome

El pelirrojo lo había dicho en un tono de broma sin saber que tenía razón, Hermione lo había estado evitando porque no sabía cómo decirle todo. Se suponía que tenían que verse el lunes en la tarde luego de regresar de casa de sus padres pero ya era jueves.

—¿Amor?

Tenía un nudo en la garganta y no sabía por donde empezar así que decidió empezar por lo más fácil.

—Descubri que en realidad nunca fui una sangre sucia como decían. Soy de sangre  mestiza.

Ron abrió los ojos sin poder creerlo, parecía que había entrado en shock.

—¿Cómo?—Un grito de exclamación se escuchó en la chimenea mientras Ginny hacia su aparición.— ¿Quién de tus padres escondió que era un mago?

—Mi padre aún que en realidad es un Squib, el que si tenía magia era su hermano gemelo. Bueno en realidad toda la familia de mi padre pero no lo sabían por qué habían sido adoptados por muggles.

—¡Vaya!—dijo Ron sentándose en un viejo sofá y llamando con las manos a su prometida para que hiciera lo mismo.

Hermione trato de permanencia sentada pero la insistencia de Ron la obligó a hacer lo que quería

—Lo se, eso me hubiese ahorrado muchas cosas.

—¡Muchas cosas!—puntuliazo Ginny

Ron entonces le tomo las manos he hizo que lo mirase.

—Bueno de todas formas eso no cambia las cosas. Seas de una familia de magos o no, vamos a casarnos. ¡Serás una Wesley!

Hermione cerró los ojos con fuerza. Empezar por allí tampoco había servido de algo y ahora que estaba Ginny escuchado su conversación menos.

—¿Cuando comenzamos los preparativos?—Pregunto Ginny dando pequeños saltos de alegria—No hay que perder tiempo o perderemos la mejor época del año para una boda.

Ron río con alegría y tomo sus manos.

—Un mes, ¿Que dices Mione?

—¡¿Estás loco?! —Le Alzo la voz Ginny con los brazos levantados. —Hay que buscar el vestido más hermoso y pomposo del mundo, hacer un pastel, las invitaciones de la boda.

—Quiza deberíamos hacer algo menos complicado

—¡Tu que sabes de esto! ¡Hermione necesita lo mejor!

—No estoy hablando de eso pero podemos hacer un hechizo de esos que usan los novios para casarse y ya.

Ginny bufo molesta

—¡Piensas dejarnos afuera! ¡Insensible! ¡Hermione merece una boda tan grande como la mía!

Ron se levantó y se cruzó de brazos.

—¡Te recuerdo que no gano lo mismo que tu marido!

—Dirás de tu mejor amigo.

—¡Ya basta los dos!— Hermione los detuvo  levantándose y caminando a la chimenea para tomar polvos flu.

—¿Hermione?

No contesto, había llegado para poder hablar con Ron pero estaba siendo más difícil. Ellos no paraban de hablar de una boda que no podía ser y no pudo evitar que las lágrimas comenzarán a rodar por su rostro. Decir lo que estaba mal y lo que iba a impedir el momentos más especial de su vida. ¿Que era peor, haber correspondido al beso del profesor Snape o saber que tu novia estaba comprometida con un mortifago? Por dónde terminara esa conversación le rompería el corazón.

—Comienzas a asustarme Mione. Primero te desapareces por varios días, luego me cuentas qué no eres la hija de muggles que creíste mucho tiempo ser y tú silencio. Debo pensar que hay otra cosa que quieres cambiar de tu vida.

No tenía el valor para decile todas las cosas que estaban mal.

—Por lo menos dime qué aún quieres casarte conmigo.—murmuro Ron acortando la distancia entre ambos y tomando su rostro en sus manos para que lo mirase.—¡Estás llorando!

Hermione sorbio por la nariz al mismo tiempo que Ginny se daba cuenta que Hermione había estado intentado decir algo. Algo que la atormentaba y ella estaba de más. Así que tomo polvos flu y se fue en silencio.

—¡Mírame!

No quería mirarlo pero era tanta la insistencia de Ron, que tuvo que hacerlo.

—¿Que está pasando?

—Cometi un error—Empezo alejándose y volviendo a sentarse en el sillón con la cabeza entre las rodillas—Ayer cuando mis padres dijeron que no podía casarme contigo...

—¡¿Que?!

—Es una historia muy larga pero pase lo que pase, debes confiar en mí.

El rostro de ron comenzó a enrojecer y se pasó las manos por el cabello rojizo.

—¿Que fue lo que pasó? ¿Que es lo que no me estás diciendo?

—¡Calmate por favor!—murmuro  Hermione intentando tomar sus manos pero Ron las quito.

—¡Habla Hermione!

Ya no había salida

—Ya estoy comprometida con alguien más...No puedo casarme contigo...

...

¡Hola mariposas!

Eso debió doler

Pobre Herms pero con esto termino su relación con el pelirrojo, empieza lo mejor.

Nos vemos pronto
Besos y abrazos
Lia Diso 😉