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Cuando llegaron al hospital, lo primero que hicieron fue llevarse a James y a Marlene en unas camilla con enfermeros transportandolos a las habitaciones. Lily quien era la más herida de gravedad, rápidamente la pusieron en una camilla con doctores rodeándola y gritando miles de términos médicos. Cuando llegaron al hospital, los tres merodeadores y Amelia quien con ayuda de Peter ayudaban a caminar a Regulus sosteniendolo sobre sus hombros. Los señores Potter ya se encontraban ahí, al igual que los padres de McKinnon solo que ellos si les permitieron pasar a ver a sus hijos mientras que a los chicos y Amelia les obligaron a quedarse en la sala de espera.
—Debiste ir con los padres de James.
—El lo entenderá. Eres mi mejor amiga y no te dejare sola en esto—dijo Regulus tomando su mano.
—Gracias—le dedicó una pequeña sonrisa.
—Familiares de Lily Evans—dijo el doctor e inmediatamente Amelia se puso de pie y se acercó a el—¿Eres familiar de la señorita Evans?
—Soy su novia—contesto directa sin tomarle importancia a la mueca que el doctor había hecho al escuchar aquello, puesto que aún no era muy aceptado las parejas del mismo género—Sus padres murieron, así que...
—Claro, claro—el doctorse dedicó a explicarle toda la situación, hasta el punto en dónde habían tenido que sedar a Lily para curar la fractura en su pierna.
Amelia estaba apunto de responder cuando comenzó a escuchar unos pitidos provinientes de una habitación y gritos a su alrededor que rápidamente llamaron la atención del doctor quien se alejo con rapidez.
—¡El ritmo cardiaco esta elevándose!—informó una enfermera gritando a la habitación donde el doctor ingreso rápidamente—¡La paciente de la ciento nueve está teniendo una convulsión!—y está vez la enfermera grito con desesperación.
El rostro de Amelia rápidamente se torno indescriptible, los de seguridad ayudaban a Remus ah alejarla de la habitación. Tenía la sensación de que el aire se escapaba de sus pulmones y se negaba a regresar.
Pitidos de nuevo. Gritos y más gritos.
—¡Otra convulsión en la ciento nueve! ¡Rápido traigan el desfibrilador!
—Lily...—el dolor de cabeza se acentuó y sintió un nudo en la garganta—No, por favor, no tú...
