[ 31 ]

813 93 31
                                    

31 DE JUNIO, 1980

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

31 DE JUNIO, 1980


Hechizos volaban en todas direcciones, ya fueran hechizos indefensos, curativos o simplemente asesinatos. Toda la calle se había reducido a una zona de guerra. Los aurores y los miembros de la Orden del Fénix luchaban contra los Mortífagos mientras hacían todo lo posible por poner a salvo a las mujeres y niños, que habían cruzado por ahí.

—Mierda—dijo Amelia cuando un hechizo la rozo en el brazo cuando se encargó de reunir a un niño con su madre.

—Amelia. —murmró Sirius a su lado. La castaña lo miró. —No mueras. —Amelia le dio una débil sonrisa.

—Intentare no hacerlo. —y sin más, se alejo del mayor de los Black.

Cada Auror que existía asesinaba, torturaba e incluso, calcinaba a cada mortifago que existía, todo frente a los ojos de Voldemort.

Voldemort observó a la masa de Aurores que estaban en su vista. A pesar de que el mismo había torturado a cada mortifago para que fuera el mejor, los Aurores parecían estar ganando en número, y algunos mortifagos, solo huían. Varitas todos levantadas en su dirección y sus mortífagos. Sintió que su ira lo consumía, y eso era claro por el tono de sus ojos, cuando vio que Lucius apuntaban su varita hacia él también.

Incluso se había atrevido a matar a tres de sus mejores hombres. Sus sospechas siempre fueron ciertas. Jamás confíes en un Black. Mucho menos en un Malfoy. Y el tuvo la mala suerte de contar cada uno de sus planes a la pareja de traidores. Lucius y Narcissa Malfoy.

Amelia, quien había evitado que la maldición asesina diera en dirección a Dorcas, escucho los gritos de dolor agonizantes, por lo que volteó y miró como Lucius era sostenido por dos Mortífagos, mientras Voldemort lanzaba la maldición cruciatus en su dirección.

Estaba a punto de acercarse cuando un hechizo de rebote, llegó en la dirección en donde sucedía aquella situación de gritos. Sirius y Snape se habían encargado de atraer a Lucius hacia ellos, en el momento en el que Voldemort cayó al suelo, soltando un fuerte grito.

La serpiente. La enorme y asesina serpiente maledictus de Voldemort, Nagini.

Amelia miro a todos lados, y miro a Mary, quien se suponía estaba con James y Marlene, estar parada junto Frank Longbottom. En sus manos se encontraba la espada de Gryffindor.

Los gritos de Dorcas, llegaron a sus oídos, y cuando Amelia miró, sintió que los gritos de Dorcas la atravesaban, como si de una cuchilla se tratase.

La maldición fue levantada y Dorcas contuvo sus gritos. En el momento en el que Amelia lanzo una maldición de pulso cortante.

Bellatrix Lestrange.

¡Crucio!—lanzo la pelinegra de pelos alborotados. Amelia, pudo esquivar el hechizo, solo dejando unos centímetros en el que la alcanzaba. —Dime, ¿Dónde está el traidor de mi primito?—hablo con tono de burló e irá en su voz. —Seria bueno ver como reacciona cuando seas asesinada por mis propias manos. ¡Has estado interfiriendo en los planes de mi señor! ¡Maldita mestiza asquerosa!

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇; Lily Evans ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora