Capítulo 29: El fin de mi mundo

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Castiel

Estaba peleando contra los demonios ya que le prometí a mi amada que defendería la tierra.

-Mierda.-sentí un gran dolor en el pecho.

Observó el anciano y constató que mira el cielo, no sabia porque lo hacía, hago la misma acción y veo como los demonios caen y los ángeles lloran, la lluvia cae como si no fueran una persona que llorará sino todo un ejército, hay relámpagos y no se porque pero tenia un mal presentimiento; dirijo mi mirada hacia el anciano que cae de rodillas.

-¿Qué ocu...-sus ojos me miraban con tanto dolor.-No puede ser.-despegó mis alas y vuelo hasta donde deje la mujer que amo.

Tenia tanto miedo de perderla que mi corazón latía mil por hora, no puedo imaginar mi mundo sin ella porque ella se hizo mi todo; amo tanto verla feliz y sus caricias son mi perdición. No imagino mi mundo sin ella. Cuando llegue al lugar vi como siete ángeles tocaban trompetas y como Dios lloraba; corro hasta el lugar y...

-No, no puedo ser cierto.-mis manos temblaban como un ouragan.-Por favor díganme que es una pesadilla.-veo como el cuerpo de mi amada estaba tan ensangrentada.-Todo esto es tu culpa.-señaló con el dedo al culpable de su decisión.

-No se que decir pero...

-Callate.-estaba tan furioso.

Me acercó a su cuerpo y acarició su piel blanca que tanto provocaba en mi interior; amaba mucho a esta mujer pero ahora ella se me fue de mi lado, me siento tan pésimo por no haber estado a su lado. Porque la vida es tan injusta con los ángeles; teníamos leyes que seguir y más que todos ella tenia un gran corazón que la trajo hasta la muerte. Siento como Dios alza mi princesa pero no digo nada ya que su cuerpo estaba sin vida, la miro nuevamente para no olvidar nada de su cara, no se cuanto tiempo estuve mirándola pero su cuerpo desapareció por arte de magia, cada ángel de su legión cantaba una melodía y las trompetas seguían su canción. Sabia que ella había salido se mi vida pero no pensé que también moriría su hermano que desapareció dejando polvo negro en el suelo.

-Castiel será mejor que te vayas.-dirijo mi mirada a Alel que me mira con pena y entendí que era mejor que me vaya porque en el estado que estaba podía perder la razón.

Tomo mi vuelo y salgo del campo de batalla, volaba por los cielos viendo como los humanos aprovechaban la vida que les dio la muerte de mi princesa; me sentía tan vacío por dentro, paro secamente y constató que alguien de un aura fuerte observa la tierra, parecía un demonio pero era imposible ya que su rey murió y los demonios sin rey son como las hormigas porque necesitan alguien que les manden sino ellos se pelean por obtener el título. Me acercó lentamente para no despertar su ira.

-Te esperaba Samael.-como conocía mi verdadero nombre.-Mi príncipe perdió la vida pero yo sigo des pieds.-estaba muy confuso por lo que decía y algo me decía que este hombre era más que un hombre con un aura fuerte.

-¿Quien eres?.-quería saber su identidad cuando el se da la vuelta veo unos ojos rojos como la sangre.

-Soy tu rey.-su voz era tan oponente que mi lado demonio se estremecía al oírlo.-Y eso lo sabes bien Samael hijo de Baal.-este hombre conocía mi padre.

-¿Qué quieres de mi?.-si el jugaba yo también lo haría.

-Lo que tu también quieres.-este demonio era tan confuso.-Venganza.-me aclara la mente.

-¿Para que?.-quería saber más sobre su propósito.

-Para ver cada humano hundido ya que ellos me quitaron lo que más amaba en el mundo como lo hicieron contigo.-miro sus ojos y veo sinceridad pero un demonio sabe mentir.

-¿Qué te hace pensar que aceptaré?.-sus ojos rojizos como al sangre y su figura alta y bien entrenada me miraban con ira.

-Del hecho que tu y yo deseamos vengar la muerte de nuestras amadas que fueron muertas por un capricho terrestre.-su argumento me heló la sangre.

Miro atentamente su aspecto y constató su armadura que era negra con una capa del mismo color sin olvidar que parece tener unos veinticuatro en al edad humana, tenia unos cuernos grandes más una corona; una corona.

-Soy el rey de los demonios y el muchacho que murió era mi hijo quien era gemelo de mi hija la cual murió por causa de esos humanos estúpidos.-estaba petrificado al oír esa confesión.-Te preguntarás porque pero eso no lo sabrás ya que es mi secreto.-no entendía nada si Michela fue creada por Dios junto a Lucifer.-Quiero vengar sus muertes.-algo andaba mal pero aceptaría poque esos humanos me quitaron lo que más ame en este mundo.

-Acepto.-me inclino y siento su risa pero me importa una mierda lo que hace o dirá.

-Bien te esperare en el inframundo Samael.-al levantar mi vista él ya había desaparecido.

Me quedo petrificado en el cielo y veo como gozan sus vidas los humanos y si quería que ellos pagarán por eso debía eliminarlos uno por uno, rompería la promesa que le hice pero perderla me hizo recapacitar de lo que en realidad soy, no dejare que ningún terrestre aproveche su felicidad la cual fue arrebatada de mi vida. Vuelo hasta llegar a mi apartamento donde los humanos que eran amigos de Michela me miraron.

-¿Donde se encuentra ella?.-Nathan empezó a preguntar.

-Pues le dejo vivir feliz.-él no entendía pero vi que la peliroja lo hizo que ante de que me dijeran algo cerré la puerta.

Camino lentamente y siento los ronroneo de Aries quien me miraba triste.

-Tu también la extrañas.-la alzó y acarició su pelaje.-Sabes amaba su sonrisa y sus nervios cuando estaba cerca mio.-la gatita me mira y miaoula tristemente.

Hoy día era mi peor momento no sólo perdí la mujer que amaba sino que rompería su promesa pero ver un mundo sin ella me era insoportable aún, ella murió y jamás regresará a mi lado, dejo la gatita y camino a su habitación donde todavía perdura su olor, aspiro fuerte para poderla sentir aunque sea un momento, me acuesto en su cama y me dejo llevar por el sueño para poder recordar nuestro primer encuentro. Cuando la conoci supe que sería mi perdición por su piel y su inocencia; parecía una muñeca en porcelana y ahora me veo en el estado que estoy; veo que tenia razón en pensarlo porque así fue ella se volvió mi todo y perderla fue como una daga en el pecho. Todo mi mundo se fue con ella.

Desearía poder volver atrás y ser un humano para poder tener hijos con ella y amarla sin hacerle daño alguno; desearía ser todo por ella pero no es así, tan injusta es el destino con los ángeles que nos quita todo lo que amamos en el mundo, la única cosa que debe preocuparnos es y será los humanos pero una mierda ellos ya que no pienso hacerlo jamás porque ahora ellos pagarán por eso y más aún.

Fallen AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora