Michela "Ana"
Ya han pasado un mes desde que vi a Nathan y Henri por la última vez, ahora me dan de alta, mi supuesto hermano me lleva a casa ya que mañana tenia clases, desde que Nathan me confesó sus sentimientos y que Henri también los hizo me siento muy perdida, Henri tiene ese lado oscuro pero a la vez tierno que me atrae y Nathan es frío por fuera pero carga un duro pasado, esto si que se me salio de las manos.
-¿Qué piensas?.-la voz gruesa de Castiel me interroga.
-Algo.-lo miro seria para que evitará de preguntar.
El me mira y se calla, que extraño a veces se comportaba Castiel, actuaba más como un guardián y no como un hermano en realidad actuaba como los hermanos Salvatore.
-Sabes que puedes contar conmigo.-su voz me asegura aun más.
Estar con Castiel me aseguraba aún más tal vez porque es un ángel y me entiende cuando siento su mano sobre la mía, lo miro y me rio, era una persona muy amable lo extraño era que nunca vi sus alas.
-Castiel de que color son tus alas.-mi curiosidad me lleva ha hacer esa pregunta.
Castiel saca su mano y lo mete en el volante, estaciona el carro para poder hablar mejor y me mira con una mirada vacía, una mirada que nunca vi jamás, este chico si que era un misterio.
-Igual que tu soy diferente a los ángeles normales.-su voz suena vacía sin ninguna expresión.
Quería decir algo que prefiero callarme porque sabía que no me diría nada, este ve mi expresión y se da la vuelta para arrancar y dirigirnos a casa, en el trayecto no volví a preguntar ni el me miro, fue muy callado hasta que llegamos a casa y subimos cada uno se dirigió a su habitación, entro en la mía y me siento tan rara pero a la vez triste por no saber nada de él ni que sea sus pensamientos.
-No Michela tu y él no.-peleó con mi conciencia.
Me dirijo al espejo y remarcó que la tinta se va, me inquieto que salgo eufórica y me chocó con Castiel que me caigo pero este me atrapa del brazo y veo en sus brazos una palabra Liar, mentira pero porque.
-¿Por qué corre?.-su voz me hace mirarlo.
Lo miro pero no saco de mi mente su tatuaje porque decía Liar a que se refería eso, Castiel no era un mentiroso eso es imposible de creer.
-Dime porque corrias.-esta vez su voz se volvió aun más fuerte que hizo que me sobre saltará.-Lo lamento.-me toma la mano ya que me estaba yendo.-Disculpa.-su voz estaba quebrantada.
Lo miro y le digo que acepto sus disculpas, sus ojos azules se veían muy fríos por fuera pero su corazón meto mis dedos en su pecho.
-¿Qué... Que haces?.-tartamudea.
Lo miro y me doy cuenta de lo que hago, saco mis dedos pero este me tira contra él y me acorrala en la pared.
-No pares.-me súplica su cálida voz.
Sus ojos están muy cerca, siento su aliento a menta, su palpitaciones que me vuelven extraña, Castiel se me aproxima y nuestros labios se encuentran a unos dos centímetros.
-Regretare esto.-sus labios tocan los míos.
Por primera vez Castiel no era el chico frio y Playboy sino cálido y tierno a la vez, sus manos me agarran las muñecas porque mis piernas me tiemblan lo que hace que me cuelgue.
-Chicos llegó papa.-grita desde la puerta Alel el angel de la esperanzas.
Castiel y yo nos separamos pero yo me quedo en el suelo y Castiel se precipita al salón para no levantar sospechas.
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Fallen Angel
FantastikLas personas creen conocer el más allá. Pero nunca han estado ahí solo son su imaginación. Ellos piensan que el paraíso es algo de hermoso con ángeles volando por todas partes pero no es verdad ya que es imposible que alguien venga después de la vid...