Capítulo 22: Ya no llores más

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Castiel

Verla de esa manera me partía el alma en mil pedazos, tal vez porque me veía en ella, me acercó para sentir su aroma, ella sólo se queda callada y petrificada, paso mis brazos por su espalda y la abrazo. Michela no dice nada, su silencio provocaba en mi tristeza y mucha angustia.

-Michela ya no llores más.-susurro en su cabello.

-Yo... Yo...

Esa fueron las únicas palabras que dijo, ella se despega de mi y me mira directo a los ojos, en sus ojos no encuentro ninguna emoción, Michela nunca fue así.

-Mi...

-Prometo que protegere los humanos y el paraíso.-mira al cielo.-Yo Michela prometo ser la princesa que tanto esperaban.-ella me devuelve la mirada.

En esos ojos azules veo solo tristeza, ella aparta su mirada y se dirige hacia el humano, no me gustaba que hiciera eso pero por hoy dejaría que se ocupará del humano porque estaba herido.

Michela estaba decidida en pelear, ese pequeño cuerpo era fuerte en realidad. Michela intenta poner de pie a Nathan pero su fuerza lo impedía.

-Michela lo hago yo.-me acercó para agarrar a Nathan.

-Bien.-ella se aleja.-Te esperare en casa.-mira a Nathan.-Cuidate Nathan y por favor no te expongas demasiado.-se acerca y le da un beso en la mejilla.

Luego de eso Michela se va. Tomo Nathan por la cintura.

-Oye no soy Gay.-que estupido este humano.

Bueno lo tomo por los hombros y lo ayudo a bajar las gradas para llevarlo hasta mi carro, seguramente Michela me preguntará quien era la chica pues ella era Lilith y se fue cuando Lucifer renunció, Michela desde que su hermano se fue se sintió un poco cansada.

Ayudo Nathan a sentarse en el carro y luego voy a mi lugar para conducir y llevarlo a su casa, estuvimos en el silencio total. Cuando mis ojos fueron cruzados en una grande casa.

-Gracias me bajo aquí.-entonces este estupido vivía aquí.

-Bueno que tengas una buena noche.-lo veo bajarse y yo me dirijo a la casa.

En mi camino pensé en como se sentiría Michela en este momento, trato de conducir rápido hasta que llegó al apartamento y mis ojos son sorprendidos cuando veo a Alel afuera, salgo precipitado del carro para conversar con él.

-¿Qué ocurre?.-porque se encontraba afuera.

-Michela voló para entrenarse en el jardín de Edén.-dice estrésado.-Sabia que te preocuparias entonces te espere.-bueno en eso hizo bien.

-Bien vamos.-camino rápido.

-El jardín de Edén se encuentra en el cielo y no en la tierra.-mierda entonces por eso estabas estrésado idiota.-No podrás revelar tu secreto o si.-se me acerca y me da una palmada.

-Bueno entonces tu iras y me las muestras con tu poder.-mierda estoy tan furioso.

Este me mira y se sonríe, creo que gana un punto; tarde o temprano tenia que decirle la verdad a Michela.

Esa noche me la pase mal sin sentir la presencia de Michela pero gracias a Alel podía verla; se veía que estaba entrenando, en sus expresiones no había emoción ninguna, ella estaba entrenando con su legión; Michela daba bien que su hermano no aceptaría sin nada a cambio, se veía tan bella con sus inmensas alas blancas y sus cabellos rosas blanco, me daban ganas de ir y besarla.

Al día siguiente fui a clases para no levantar sospecha pero seria triste sin Michela, tomo mi carro para ir al colegio que cuando llegó veo la persona que arruinó mi vida, salgo del coche furioso.

Fallen AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora