Capítulo 19: No te alejes de mi

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Castiel

-Ana por favor no me hagas esto.-mi voz suena muy suplicante.

Ella sigue de espalda y la única cosa que logra decirme es.

-Lo siento Castiel pero no.-ella se va pero no puedo quedarme ahí, la sigo.

-Ana porque.-estoy tan triste al verla partir.

-Castiel no te entiendo.-Michela se da la vuelta.-Me besas y me dices que me amas.-sus ojos lloran.-Pero luego me ignoras y me botas.-sus ojos refletaban tristeza.-Castiel eres muy malo.-ella se da la vuelta y se aleja de mi.

Mierda me siento como una basura, ella tiene razón pero no puedo controlar mis sentimientos y también la sed de matarla, mierda esto si que me vuelve muy loco, la amo tanto que no puedo vivir sin ella, tengo que atraparla y decirle la verdad antes de que me la arrebaten.

-Ana.-grito buscándola.

Salgo al patio y la veo de lejos con un tipo castaño, sabia quien era; ese tipo era unos de los Salvatore, mierda este tipo no me la robará.

-Hola.-agarro el brazo de este y lo miro directo a los ojos.-Ana se puede saber a donde vas.-mierda otra vez mis celos se vuelven.

-Pienso llevar a tu hermana a una fotos para la nueva fragancia.-en ves que sea Ana que responda fue el idiota que lo hizo.-Ana nos vamos.-mira a Michela con unos ojos que brillan.

-Claro.-responde con una sonrisa.

Wow nadie me pregunto lo que pensaba de esta situación pero Ana no iría, mierda busca una excusa, ya se.

-Ana hoy tenemos una reunión ya sabes con quienes.-bravo ahora va venir conmigo.

-No estoy obligada a ir porque ya sabes quien soy.-wow eso si que dolió.

-Pero ellos te esperan.-ahí está pequeña vamos a jugar.

-Entonces debieron enviarme una letra por sabes donde.-mierda si que sabe jugar.

-Pero...

-Gracias hermano pero tengo que irme.-ella me deja con la palabra en la boca y entra en ese carro.

-Ana si te vas no sabrás más de mi.-la amenazó para que vuelva a mi.

-Siempre estuviste lejos de mi.-y se sube al carro.

Mierda no puedo hacer nada, mierda la perdí, me duele saber que no puedo controlar mi sed de matar.

-Ana no te alejes de mi.-me suplicó.-Vuelve a mi.-mierda no puedo controlar mis lágrimas.

Porque me duele saber que no soy bueno para ella, tomo el valor para ir a buscarla, enciendo el carro y conduzco pero mi vista es borrosa, porque me duele tanto, tengo tanta ganas de contarle la verdad pero no puedo hacerlo porque la metería en peligro más de lo que está.

Mierda porque soy un cobarde, debo encontrarla cueste lo que cueste.

-Cuando te encuentre no dejare que te alejes de mi.-estaba dispuesto a dejar mi pasado con tal de tenerla a mi lado.

Cuando llegó a una empresa que estaba marcado Salvatore, entro y pido que me lleven hasta Ana, la secretaria obedece sin replicar. Cuando llegue a verla vi que estaba modelando.

Mierda que se veía muy bella en ese vestido blanco, sus sandalias doradas y unas bellas alas, se veía como un ángel recién caído.

-Perfecto Ana.-una voz aguda le dice.

Me acercó un poco para verla mejor.

-Ahora Nathan va a modelar al lado de esta belleza.-su voz parecía que estaba muy emocionada.

Me acercó aún más para ver quien hablaba y veo que es un hombre; mierda me equivoque.

-Bien Nathan toma la barbilla de la bella dama y acercala a la tuya.-pero parecía una dama.

Esperen dijo que la acercará a ella, me doy la vuelta y veo que los labios de Michela se encuentran a unos centímetros de los de ese Salvatore, mi reacción fue sacarla de ahi.

-Sueltame idiota.-siento sus pequeñas manos pegar contra mi espalda.

La llevo lejos de ese hombre, la bajo y la miro directo a los ojos.

-¿Por que me haces esto?.-mi voz temblaba porque no quiero perderla.

-Yo debería decir es...

No quiero oír una palabra más, la jalo contra mi y beso esos labios que me llamaban desde hace un momento.

-Ya veo.-me separó de ella y veo de donde proviene esa voz.-Tu y Ana no son hermanos.-su voz era amenazadora pero no tanto.-Lo oí en el hospital.-se me acerca y me toma de la camisa.

-Sueltame sino quieres terminar en el hospital.-lo miro desafiante pero ni bola me da.

-No me harias daño porque es tu re...

No lo soporto más que le pego.

-Castiel aléjate de él es una orden.-su voz se eleva.

Michela pasa por mi lado para precipitarse al de su estupido humano.

-Aléjate de él.-le ordenó pero no me da bola.-Michela es una orden.-ella se para y me mira directo a los ojos.

-Sabes no te entiendo.-sus manos apuntan mi corazón.-No soy un juguete Castiel.-lagrimas recorren sus tiernas mejillas.-Eres tan cerrado que alguna veces no se si me amas o me odias.-se aleja de mi y yo me acercó.-No hagas eso.-me pide de pararme.-Vete Castiel.-me da la espalda.

-Tu me amas Michela.-mi voz es suplicante.

-No se si te amo en este momento pero solo quiero que te vayas ahora.-ni que sea me mira pero se que esta llorando porque su voz esta temblorosa.

-Esta bien.-me alejó y solo espero que ella se voltee pero no.

Mierda porque tiene que ser tan duro.

Arranco el carro para dirigirme a no se donde, pienso en la mirada que me lanzó, porque no soy humano; podría amarla sin tener miedo de lastimarla y tocarla sin el deseo de matarla, esa mujer me vuelve loco desde que tengo memoria, cuando era chico me gustaba escuchar su historia, amaba que me contarán sobre la gran serafín Michela, mano derecha de Dios y princesa de ángeles; ella era todo para mi como lo es ahora.

-Mierda.-golpeó el volante.-La quiero tener a mi lado pero mierda.-sigo golpeando el volante.

-Tienes miedo a todo.-esa voz que hace calor.-Nunca te diste cuenta que sólo tú tienes el control de tu vida.-me doy la vuelta para ver quien era el que hablaba así.

-Majestad.-inclino la cabeza.

-No hagas eso.-su voz era como un fuego para el que lo oía.-Castiel príncipe guerrero tienes que aprender a valorarte.-su voz era tan cálida.-Michela es tan frágil emocional que es por eso que la envié contigo.-sus manos me tocan la cabeza.

-No se como ayudarla.-digo desesperado.

-Escucha tu corazón y no tu cabeza.-su voz se aleja.

-Espere su majestad.-pero ya se había ido.

El rey vino y se sentó en el copiloto, tenia que ayudar a Michela pero no sabia como hacerle.

-¿Qué mujer tengo metido en mi corazón?.-me pregunto.

Michela era una princesa de alto rango, todos los ángeles la respetan porque es más fuerte que nosotros pero cuando la conoci, vi solo una chica débil por dentro, cuando está frente a su hermano no tiene el valor de sacar su espada y lastimarlo, Michela no es fuerte sino frágil emocionalmente.

-Michela porque eres así.-como si esperará que me oyera.

Mierda que mujer tan testaruda, hagamos un breve resumen; el poder de Michela es équitable con el de Lucifer, pero el príncipe y rey de la oscuridad tiene más avance porque este no tiene emoción ninguna con su hermana y podría matarla en cualquier momento, lo que no es el caso de Michela.

-Mierda Michela.-me doy media vuelta para dirigirme hacía ella.

Porque si tanto odio le tiene tal vez la mate ahora.

Fallen AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora