La princesa de la Torre

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La princesa vuelve a sentir como su vida se le escapa. Vuelve a pensar que la gente es inútil, pero aún así son mucho mejores que ella.

Ha hecho una nueva amiga, pero probablemente se olvide de ella en menos de una semana.
Porque, pese a que la princesa es conocida por ser extrovertida e inolvidable, en estas ocasionas ella es la sombra de alguien.
Y ese alguien, refleja sus emociones en la princesa. Ella cree que es lo que le toca, por que debe estar en las buenas y en las malas, como una verdadera princesa. Aunque ya no está tan segura de que eso sea sano.
Todo el mundo la considera tan empática que siempre confían en ella para sus problemas y preocupaciones. Pero también pagan sus enfados y tristezas con ella.

Lo que no saben es que un día cualquiera, la princesa De la Torre va a explotar. Y se arrepentirá mucho de hacerlo, pero ya no podrá volver atrás. Ya no podrá usar una máquina del tiempo para revertir sus errores, como siempre le gustaría.

La princesa echa de menos a su príncipe, pero cada día se enamora más de esa tez blanca y esos ojos color amarillento. Sabe que aunque ella está en esta jaula, librando una batalla, el también está sobreviviendo con la suya propia. Y reza por él todas las noches. O mejor dicho por ella. Por oír la voz de su princesa alguna noche.