Todo el mundo la trataba igual. Absolutamente todo el mundo la trataba con el mismo carácter.
Había que sonreír a la princesa, reírse de sus malas bromas y escucharla cuando decía algo.
Sin embargo, esa capulla por la que suspiraba en clase, en casa, en la calle. Ella no hacía nada de eso. Pasaba de todo como si nada le importara.
¿Princesa? La de cabellos oscuros no veía eso. Veía a una llorona, exagerada que se reía por todo lo que le sucedía. Tanto lo bueno como lo malo.
Realmente era una pesada insoportable.Es gracioso porque suena a cliché de libro. Pero en serio que no hay palabras para describir tal sentimiento.
Un segundo estoy feliz a tu lado. Al segundo siguiente pienso cosas. Muchas cosas que no debería pensar, porque me las has repetido tantísimas veces.
¿Acaso tengo una cara bonita? ¿Hice algo para merecerte?Espero no cansarte, espero no agobiarte. No te vayas, estate a mi lado. Por favor.
Patéticamente escribió la princesa.
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La princesa de la Torre
Short Story... y ella ya sabía que eso iba a pasar, pero no lo quiso evitar. <3