15

13 1 0
                                    

Hay formas de ver la vida. Hay maneras de vivirla. Hay manías y hay venganzas. 

Todo es un círculo. Los seres humanos llevamos siglos y más siglos recordando, admirando, ilusionándonos, amando, gritando, experimentando, andando, explorando, llorando. 

Especialmente esa última. Porque los humanos lloramos. Constantemente, para expresar felicidad, para demostrar afecto, dolor o incluso sinceridad.

¿Por qué nos sirve? ¿Para que lo usamos?

Las lágrimas están para limpiar y lubricar los ojos. Para deshacerse de bacterias, de que alguna porquería se adentre en tus ojos.

Pero eso tiene un doble sentido. Tiene una doble cara. Algo de lo que podemos aprender, de lo que podemos evolucionar.

¿Por qué ver las lágrimas, esas que te salen de alma, como símbolo de debilidad?  Cuando lloro, lo hago porque estoy sufriendo. Porque necesito soltar endorfinas, porque, si, lo siento mucho pero yo si soy una llorona. Yo si tengo debilidades y me duele cuando apuntáis a ellas. 

Y es que, lamentablemente no todos somos iguales. Lamentablemente tu no sientes tu mundo caerse cuando me dices cosas, cosas malas. 

Y hoy, puedo afirmar que si, que la princesa de la Torre es una llorona. Un terrible y debil chica que sobre piensa todo, absolutamente todo. 



Y así funciona el cerebro humano. Así transcurre y estoy segura que hay muchos como yo ahí fuera. Ahora solo me queda encontraros. 


La princesa de la TorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora