Capítulo 16.

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Los quince días que Jimin estuvo hospitalizado pasaron tortuosamente lentos, pero para su alivio, Jungkook no lo dejó solo en ningún momento a excepción de cuando debía ir a su departamento para darse una ducha rápida y cambiarse de ropa, solo ahí abandonaba la clínica pero siempre y cuando estuviera Taehyung u otro de sus amigos que iban a visitarlo cada día.

—Amor, ¿estás seguro que este es nuestro bebé y no un camarón que te comiste? —preguntó Jungkook, con la pequeña foto cuadrada en blanco y negro que tenía en una de sus manos. Era la primera ecografía oficial en la que ambos vieron por primera vez a su pequeño bebé.

Estaba recostado cómodamente en la cama, mientras esperaba a que Jimin terminara de vestirse en el baño ya que se acababa de dar una extensa ducha para poder relajarse. Habían llegado hace unas horas de la clínica y Jimin tenía la orden de reposo absoluto, más toda la medicina que debía ingerir cada cierta hora.

Salió con su pijama ya puesto del baño, su cabello revuelto y húmedo, su cuerpo aún caliente y humeante.

—Idiota. Claro que lo es, estuviste conmigo cuando el doctor nos mostró la pantalla y se veía claro, hasta escuchamos sus latidos —bufó mientras se acercaba a él y le quitó la imagen de las manos— Ahí se ve claramente... —la miró frunciendo el ceño unos minutos— Mierda, realmente parece un camarón.

—Es lo que dije.

—Ya, pero no lo es —Jimin tiene actualmente nueve semanas de gestación, el bebé se encontraba bastante bien luego del incidente, sin anomalías genéticas visibles dentro de esas semanas y eso le aliviaba bastante, lo hacía feliz.

Jungkook sonrió al ver cómo veía la imagen con su ceño fruncido.

—Ven —palmeó la cama, invitando al rubio a recostarse a su lado— Quiero acariciar a mi bebé.

—Nuestro —corrigió.

—Nuestro —repitió con una hermosa sonrisa.

Jimin se dejó caer a su lado, Jungkook sin perder tiempo, levantó la camiseta de pijama para tocar suavemente su vientre plano

—Tengo hambre...

—¿Qué quieres comer? —preguntó, sin dejar de acariciar el vientre de Jimin.

—Sandía.

—Acabas de comer sandía.

—Quiero más —Jungkook lo miró y tocó sus mejillas para aplastar los gruesos labios de Jimin con los suyos, dando un delicioso beso que no duró mucho, pero fue perfecto.

—Bien, acomodate y traeré un trozo.

-No - lo apretó junto a su cuerpo antes de que pudiera moverse, Jungkook sonrió de lado. Jimin había creado cierto apego por él y eso le gustaba.

—Vengo en menos de cinco minutos.

—No.

—¿Me quedo aquí entonces?

—Sí.

—Pero tienes hambre.

—No te vayas y dame amor, quiero amor, necesito amor.

—Te lo doy todo el tiempo.

—Quiero más... - se acurrucó en el pecho de Jungkook y se deleitó con ese aroma natural de él. Dios, amaba el olor corporal de Jungkook y ahora con lo del embarazo parecía que era más sensible y pocos aromas toleraba, pero el de Jungkook definitivamente lo amaba.

—¿A quién crees que se parezca? —preguntó Jungkook, dejando pequeñas caricias en su espalda, por debajo de la camiseta.

—Por supuesto que a mí, soy yo quien lo lleva dentro por lo tanto debe parecerse a mí.

Good at love ❤ KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora