Cuando el pequeño Minjung cumplió dos semanas de nacido, fue dado de alta junto a Jimin, quien tuvo que permanecer en la clínica internado debido a la anemia severa que presentó después del parto.
Pero antes de eso, Jungkook no se movió de su lado en ningún momento. Bueno, a excepción de cuando caía la tarde e iba a casa para ducharse, cambiarse de ropa y comer.
Volvía por las noches a dormír ahí, junto a su novio y su hijo. Aun cuando el bergere reclinable lucía cómodo, él terminaba acurrucado junto a Jimin en la típica posición de cucharita.
Y cuando Minjung despertaba por las noches, haciendo pequeños ruiditos mientras se movía y lloriqueaba bajito, Jungkook abandonaba rápidamente la camilla para tomarlo entre sus brazos y así intentar calmarlo. Una enfermera de turno llegaba casi de inmediato junto a un biberón con leche tibia, pero antes de dárselo, solían examinarlo y chequear que todo estuviera bien.
Sentado en la misma posición cada cuatro horas en el bergere, Jungkook le daba la leche a su bebé y luego daba los debidos golpecitos en la espalda para sacar los gases. Jimin era quien se encargaba del cambio de pañal ya que cuando Jungkook se aventuró y lo hizo, terminó todo orinado junto al pequeño Minjung y gracias a eso, su pollito tuvo su primer baño a las tres de la mañana.
Cada día, Jimin y su bebé fueron visitados por su fiel círculo de amigos y sus padres, quienes babeaban por su precioso nieto.
También aprovechó de participar junto a Jungkook en un taller para padres primerizos, donde les enseñaban desde poner un simple pañal hasta hacer una maniobra RCP en caso de que la necesitara.
El regreso a casa no fue tan tranquilo como Jimin esperaba, ya que una fiesta sorpresa lo recibió apenas cruzó la puerta y entró al interior de su hogar.
Aún así, se sintió inmensamente feliz de tenerlos a todos ahí reunidos, felices por la llegada de su pequeño bebé. Su pequeño pollito que dormía acurrucado entre sus brazos.
Agradeció que luego de un par de horas, los chicos se marcharon para dejarlo descansar. Para entonces, Jimin solo quería fundirse en su cama y ser sostenido por los brazos de su Jungkook. Quería ser consentido por dulces besos y caricias. Quería regalonear con su bebé dándole besitos y cantando alguna canción de cuna.
Tal vez lo hizo el primer día, pero la realidad fue totalmente distinta en su imaginación. Muy, muy distinta. Sobre todo, porque Jimin estaba pagando un alto precio ante la inexperiencia y su estado de ánimo no ayudaba mucho.
Ahora, a un mes y medio desde que el pequeño pollito había llegado al mundo, Jimin estaba completamente agotado y sentía que ya no daba más.
El no saber nada lo estaba abrumando y la poca experiencia que iba ganando no le daba la suficiente confianza de que todo iba marchando bien.
—¿Amor? —la voz agotada, pero llena de cariño de Jungkook lo hizo alzar la vista.
Jimin estaba en la cama con su bebé, quien milagrosamente dormía sobre su pecho desnudo.
—¿Uhm? —lo miró sin muchos ánimos y Jungkook suspiró. Él también estaba un poco cansado de todo. Un poco bastante.
—Tu madre ya llegó —le informó y se acercó a la cama para quedar a su lado, sentándose en el borde y acariciando una de sus mejillas— Iré a comprar pañales. ¿Necesitamos algo más?
—Leche, toallas húmedas, talco, comida - respondió con su voz seca, volteando su rostro al bebé y comenzó a repartir caricias en la pequeña espaldita de este.
—¿Quieres algo rico para comer? —sabía la respuesta, pero aun así, Jungkook lo intentaba.
—No.
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Good at love ❤ KM.
FanficSegunda temporada de "Bad at love" -M-preg -+18 -Angust / drama / romance.