Capítulo 2.

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Medicina, una palabra, miles de interpretaciones.

Por ahí dicen que el tiempo lo cura todo, que el amor alivia un alma desordenada, que el alcohol cierra las heridas y las desinfecta. Incluso algunos han sido testigo de que un buen abrazo junta partes rotas, que el llanto alivia el dolor interno, que la droga ayuda para ser feliz... que los antidepresivos tienen el mismo uso.

Todos tienen un fin en común... Curar.

Y puede que la vida no tenga sentido, aun cuando es terriblemente difícil de sobrellevar y está llena de problemas. Probablemente nada de lo que digan los demás o incluso él mismo podrá salvarlo del vacío que inunda su mente, sin embargo, quería creer que allá afuera hay cosas que valen la pena conocer, pensar y sentir. Que hay un futuro que puede mejorar si así lo desea. No importa si se sentía completamente solo, si hay algo que marcó su vida, o si alguien se marchó.

Solo él, con fortaleza podría lograrlo, solo él.

Porque era un Park, era fuerte y seguro, él podría lograrlo.

Tienes una hermosa mente, pero se está desintegrando por toda la medicina.

Se lo decía para sí mismo cada vez que se miraba al espejo.

No estás roto.

No estás perdido.

No eres un problema.

Puedes comenzar de nuevo cuántas veces lo necesites, porque tú importas.

Se repetían aquellas palabras una y otra vez.

¿Qué tan mal se debe sentir alguien para aceptar que no está bien?

Park Jimin realmente había cambiado, pero era un cambio que le estaba afectando más de lo esperado, un cambio que lo estaba dañando y consumiendo lentamente, un cambio que lo tenía al borde de un colapso emocional.

Cuando Jimin finalmente salió del edificio, por la gran puerta que daba a la calle, inmediatamente pudo ver el auto estacionado de Jungkook y su corazón se aceleró de manera violenta. Tuvo que inhalar y exhalar unos segundos hasta que lo vio, con su cabello notoriamente más largo y estaba hablando por teléfono mientras sonreía a la vez.

Jimin lo quedó mirando hasta que sus miradas se encontraron y se ruborizó inconscientemente. Jungkook cortó la llamada para salir inmediatamente del auto y así abrir la puerta del copiloto, Jimin camino hasta quedar frente a él y solo se miraron unos segundos.

—Hola, ¿cómo estás? —preguntó de manera tranquila, Jungkook.

—Hola... —fue todo lo que pudo decir.

Ingresó al auto y Jungkook cerró la puerta para luego subir por el lado del piloto. Una vez dentro, Jimin no sabía qué decir, pero Jungkook estaba completamente tranquilo.

—¿Hay algún lugar donde te gustaría ir? —preguntó, mientras se acomodaba en el asiento y abrochó su cinturón de seguridad.

—Ahm... Realmente no salgo mucho, así que no tengo idea de buenos lugares para ir —por alguna razón, se sintió avergonzado, pero luego cayó en cuenta que desde que volvió de Rusia, no ha salido a ningún lugar, ya sea solo o acompañado.

—Bien, te llevaré a uno que fui la semana pasada y era excelente —comenzó a encender el auto— Te gustará - le aseguró y Jimin solo sonrió.

El trayecto no duró más de quince minutos ya que no había mucho tráfico. Al llegar se bajaron del auto y entraron a un bonito lugar, completamente acogedor por dentro y con un estilo totalmente moderno, tonos grises y negro cubrian el local, y esto lo hacian lucir bastante elegante, la musica apenas audible pero ahí estaba. El tipo de gente que había en el interior llamó la atención de Jimin, lo más seguro es que eran personas que iban a realizar reuniones, una salida luego de un día en la oficina o gente adulta que quería beber un buen licor en un lugar tranquilo.

Good at love ❤ KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora