Capítulo 20.

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El viaje a la playa comenzó un día jueves y terminó el día martes. Jungkook tuvo la brillante idea de mencionarlo en una de sus visitas a la mansión de los Kim, diciendo que se llevaría unos días con Jimin para tomar aire fresco y Seokjin de inmediato se auto invitó sólo, no sólo él y su familia, sino que habló con los Jung y los Min para ir todos juntos.

La pasaron increíblemente bien, rieron, charlaron y hasta jugaron entre ellos. Los días fueron helados e incluso llovió en algún momento, pero eso no impidió que se metieran al agua congelada del mar o que preparasen su carne a la parrilla.

Cada uno fue en sus respectivos vehículos, pero el destino final fue la casa de la madre de Jimin, quien la había comprado hace muchos años atrás para ir a relajarse cuando se sintiera agobiada de la ciudad o simplemente si querían vacacionar.

Ahora, ya se encontraban de vuelta en la comodidad de su hogar, con la calefacción encendida porque los días de primavera seguían siendo terriblemente fríos.

—¿Hoy vas a salir? —preguntó Jimin mientras llevaba un trozo de sandía a su boca.

—Sí, iré con los chicos a beber algo.

—Ya sé. ¿A qué hora irás? —lo miró atentamente para escuchar la respuesta.

—Yo creo que a las ocho... no lo sé realmente.

—¿Me dejas solito? —fingió tristeza y abultó su labio inferior.

—¿No quieres que vaya? —se acercó y dejó un beso en su cuello— Me quedo si tu quieres y te doy mucho amor —dio un leve mordisco en la reluciente clavícula, haciendo sonreír a Jimin.

—Claro que no, debes salir —mordió su labio inferior al sentir una ola de calor recorrer su cuerpo ante los besos húmedos que eran depositados en su cuello.

—¿Seguro?

—Sí, pero no vayas en auto —los besos de Jungkook subieron hasta las rosadas mejillas de Jimin.

—¿Por qué no? —preguntó con calma, sin dejar de besarlo y ahora el camino húmedo iba delineando la mandíbula del rubio, en dirección de su oreja.

—Si... si vas a beber no pu-puedes andar en auto —tartamudeó.

—No voy a beber tanto... —Jimin frunció el ceño ante aquella respuesta.

—No te atrevas a discutir conmigo sobre esto o realmente te haré un berrinche y no irás a ningún lado —advirtió y Jungkook sonrió mientras abria su boca para dar un pequeño mordisco al lóbulo de la oreja de Jimin, quien soltó un pequeño gemido.

—Bien, iré en taxi.

—Es lo mejor, no quiero que te pase nada malo... —mordisqueó su labio una vez más.

—Nada malo me pasará —alzó su mano y la llevó hasta la nuca de Jimin para acercarlo aún más a él y poder unir sus labios.

El beso fue largo, intenso y caliente. Ambos estaban demasiado necesitados por sentir ese roce tan íntimo y placentero que solían tener y que disfrutaban, llevaban demasiado tiempo sin ese delicioso contacto físico.

El teléfono de Jungkook sonó y los obligó a separarse de manera abrupta. Ambos con sus mejillas rojas, la respiración agitada y con una clara erección entre sus piernas.

—¿Sí?

¿Cómo que sí?

—Lis...

Ajá, estamos saliendo ahora del trabajo, Namjoon nos mandó a todos temprano a casa.

—¿Qué hora es?

Good at love ❤ KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora