CAPÍTULO 1

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Nat...

Debo irme.

Natasha espera, todo fue...

¡No!, no vengas con lastimas.

No quería que llegara a esto...

La pelirroja soltó una risa irónica y lo miro con asombro, ¿Que no quería que llegara a esto? ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Como iba a seguir?

¡Steve murió por una maldita pelea, un maldita misión! - Exalto con colera. - ¡Yo lo vi!

Natasha – Clint intento tocar su hombro izquierdo, pero fue ella quien reacciono rápido y retrocedió. - Nadie sabía que el jet iba a explotar.

Tengo que irme. – Susurraba mientras su mente le traía consta menté los últimos recuerdos con el rubio. 

¿Adónde iras? – Ignoro la pregunta de Stark y salió a pasos grandes de aquel edificio.

Mientras manejaba su mente no dejaba de divagar, su mirada iba perdida entre la multitud, mirando con detalle las acciones de las personas, no había lágrimas, no había llantos.

Era como si estuviese en un trance o en un tren en ruta sin ningún paradero, todo iba tan rápido y al mismo tiempo tan lento, de un momento a otro, en cuestión de horas, todo cambió.

Su cuerpo y su alma eran personas diferentes, su cuerpo andaba y respiraba, pero ella no tenía control de aquello, todo giraba a cámara lenta, pero al mismo tiempo tan rápido que la mareaba.

Abrió la puerta del departamento, tiro la llave enzima de la repisa y se dirigió hacia la cocina, atino por servirse un vaso de agua por el nudo en su  garganta, y fue en ese momento en que se vino abajo, se apoyó sobre la repisa y agacho su vista hacia el suelo, tenía que controlar sus mareos sino iba a vomitar, sin embargo, cuando alzó su vista mirando en primera línea ese cuadro anticuado donde dentro de ella se observa lo que era una familia tradicional, no pudo más y vomitó hacia el lavadero.

Intentando limpiar el desastre que provocó, sus ojos se abrieron de sorpresa pues al parecer se olvidó que sus manos y lo que era de su traje favorito se encontraban manchados de sangre seca. Soltó un ahogado gemido y tapo su boca con su mano arrepintiéndose en el acto pues, había sentido el sabor hierro en sus labios. Fue al baño y con desesperación se quitó el traje, se metió a la regadera y comenzó a tallar con fuerza su cuerpo, queriendo quitar toda mancha de sangre.

Estuvo metida ahí un buen tiempo hasta que se armó de valor y salió de él, sintiendo las pequeñas gotas transcurrir por su cuerpo y como su piel se erizaba con el acto, su mente no dejaba de pensar en escenarios con el soldado y como disfrutaban de aquel departamento.

Se vistió con la ropa del hombre y se intentó secar su melena, observó por el espejo y sinceramente no se vía mal, no había llorado y sus ojos no estaban irritados, aunque completa opacos, sin vida.

¿Qué me pasa? – Comento así misma mirando detrás de ella. Observo la pequeña cuna que yacía en el lado izquierdo de la cama, su lado. 

James. - Susurro recordando. 

Salió corriendo del departamento, y fue en busca de lo único que le quedaba, bajo hasta el último piso y con angustia entró a la guardería.

Sra. Swam, que sorpresa pensé que vendría hasta el anochecer. – Comento la niñera, quien al ver a la pelirroja nerviosa se empezó a preocupar. - ¿Se encuentra bien?

Natasha paso de largo y empezó a buscar al pequeño, su angustia incrementaba cada segundo.

¿James? – Susurro con miedo.

EN BUSCA DE TI - CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora