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Su cabeza dormia en mi pecho, sus brazos rodeaban mi cintura, y aunque era feliz asi, mi cuerpo comenzaba a quejarse. Lenta y cuidadosamente traté de moverme sin que se levantara de su profundo sueño, no queria separarme ni separarlo a él, pero mi cuerpo ya sentia su peso.
Como si predecir todo era su don, Matías me abrazó aún mas fuerte, y dejandome resignada ahi.
Suspiré en forma de resignación y lo miré.

- ¿Querias escapar de mi? - Escucho su voz. Tiene una sonrisa en su rostro que lo hace lucir radiante, apesar de acabarse de levantar.

- ¿Todo este tiempo has estado despierto? - me hago la ofendida.

- Claro bebé. Siempre pendiente de ti. - guiña un ojo.

- Ok, hoy no hay besos para ti por tramposo. - hago mi boca pucheritos, cosa que creo a Matías le gustará.

- Mi amor, si no me los das tú, te los robo yo. Asi de fácil. - Con esa frase se levanta de la cama y camina hacia el baño. Yo me quedo acostada, pero esta vez ligeramente. Ya no hay ese peso sobre mi.


- Nathalie, deja de comerte los Pancakes. - Regaños siempre hay para mi.

- Mamá tengo hambre, y aparte estos son mis favoritos.

- Lo sé. Pero recuerda que está tu novio y tu amiga.

- Como olvidarlo. - Dejé de comerme las tortillas y me dirigí a la sala. Tenia hambre en serio, y debia esperar a los dos chicos que hoy estaban en casa para poder desayunar, en estos momentos deseaba que Matías me sobreprotegiera, porque asi estaria segura que nunca me dejaria sentir hambre, es mas, no conociera esa palabra.

Sentí el sofá hundirse a mi lado pero no presté a atención.

- Me debes una hermanita. - la voz me sacó de mis pensamientos.

- Lo sé. Odio deberte favores, pero ¿viste como estaba Matias ayer? - traté de que no me cobrara nada.

- Claro que lo vi. Queria tener sexo contigo

- LUCAS - mi rostro se arrugó por la rabia que queria mostrar.

- Ay hermanita eres muy ingenua. Por lo visto ayer no hicieron mas nada que dormir.

- ¿puedes decirme tú algo?

- Escupelo.

- ¿Porque si pensaste que mi novio queria sexo, me dejaste dormir con él? Tú eres el hermano mas celoso, y aún asi permitiste que yo durmiera con él.

- Nathy, hermanita. No quiero que nadie te toque, pero yo me he dado cuenta que Matías es un buen tipo. Ayer fue dificil decir que si, pero sé que te sabes cuidar sola, y también sé que tu novio no hará nada que tu.no quieras, al menos a punta de amenazas.

- ¿Como asi? - dije esto antes de que siguiera.

- Ay espera Nathalie, dejame terminar el discurso tan cursi que tengo para ti.

- Prosigue.

- Eres mi hermanita, pero confio en tu criterio y en lo que escojas, ya no eres una niña, ya pronto cumpliremos dieciocho y me alivia saber que será Matías quien te lleve de su mano para que conozcas el mundo. (Aunque no quiero que conozcas las perversiones pero sé que tarde o temprano tú haràs las tuyas) - mi hermano no coge nada en serio. - el tema es que tu noviecito me cae bien y eso es todo.

- Ok. Gracias por ser ese papá que cuida de sus pequeños. - por un momento creí ponerme a llorar, pero mi hermano no lo permitió.

- Si, pero ya sabes que me debes una. - cambió de tema.

Giro InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora