Giro Infernal

#19: " La verdad"

Aquella semana que pase encerrada en mi habitación, fue sin duda una semana pérdida, la peor de todas. No hablaba, no comía, no pude escuchar la voz de Matías, y ese hecho me jodia aún más.

Después de la sección: "aprendiendo a besar con Matías" nosotros salimos de casa hacia el parque para que él pudiera tranquilizarse y así, poderme contar toda la verdad.

En casa de los Castro, se había quedado mi hermano con Camila, viendo una película.

Nos sentamos en el verde pasto que invadía el suelo del parque, y en ese momento mi celular sonó.

- Hola. - respondí secamente.

- ¿Donde Carajos estas? - respondieron. De inmediato supe que Laura estaba en mi casa.

- Hola lau, estoy bien, gracias. ¿Y tú? - por primera vez después de una semana saqué mi sarcasmo a relucir.

- Déjate de tonterías McArthur. ¿Donde diablos estas? - gruñó.

- Relájate. Estoy bien. Con Matías.

La sentí respirar. - Maldita sea. Me tenías preocupada. Y... ¿Donde está Lucas? - dudó en preguntar.

- ¿Te importa mi hermano? - Sonreí con diversión. Matt también me miraba divertido.

- Noo... Es solo... Curiosidad - tartamudeó.

- Ok. Entonces no te diré. Adiós. - colgué. Solté una risita de diversión.

Sabía que a Laura le importaba mi hermano, pero era tan terca que no quería aceptarlo, desde pequeños se amaban pero eran tan orgullosos que ninguno quería aceptarlo. Se celaban, se regañaban, se preocupaban por el otro pero nunca aceptaban amarse tan locamente como lo hacían. Lucas trataba de disimular sus sentimientos, están con una chica diferente cada rato. Me tenían harta.

Vuelvo la atención al dios griego que está a mi lado, y caigo en cuenta en lo que estábamos.

- Y... ¿Me dirás la verdad ya? - preguntó con curiosidad.

- Si Nathalie. ¿Qué quieres saber? - pregunta con sus ojos ahora sin expresión.

- Todo Matías. Quiero saber todo de ti. - lo miro fijamente. Quiero saber todo.

- Mi vida no es nada bueno Nena. - murmuró. Bajo su mirada al pasto impidiéndole ver esos bellos ojos grises.

- Quiero saberlo Matt. Ya te dije, no me importa.

- Okey - suspiró hondo. Sé que lo hace para calmarse - ¿Por donde empiezo?

- Por el principio. Dime, ¿Que pasó después de que tu mamá... Eh... Se fuera?

- Bueno. Yo tenía una hermana nena. Naomi. Con ella nos llevaron al bienestar. Yo tenía 17 y ella 15 años. Cuando cumplí los 18 me permitieron hacerme cargo de mi hermana. Busqué trabajo y regresamos a casa de mi madre. Ella regresó al colegio mientras que yo la iba a buscar. A Camila la veíamos cada domingo porque su padre no le permitía venir entre semana. Fuimos felices esos días. - sonrió como recordando esos momentos. Yo no me permitía interrumpirlo. - Meses después, naomi cumplió dieciséis, fue todo muy bonito. Trabajé tanto para darle su celular, que con sólo su sonrisa me di por bien servido. Luego, Víctor se interesó en ella, pero mi hermana no quería nada. En fin, el se aburrió de sus desplantes, un día caminó a casa, sola porque no pude recogerla ese día… - su mirada se volvió triste.

¿Quién carajos era Víctor?

- Nena, la raptó y se la llevó. Víctor es un violador. Es el que casi te viola a ti también. En ese entonces yo no pude hacer nada por ella. Nathalie, ESE IDIOTA LA VIOLÓ. - cerró sus puños con fuerza. - Cuando llegué a buscarla, la vi en un rincón llorando, vuelta nada. - dicho esto sus lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas. Se veía tan vulnerable, parecía un niño llorando por su juguete favorito.