Amor Infernal II ❤

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La reunión había culminado mas que bien, los interesados en construir el hotel en la ciudad salieron contentos de la empresa.

Considero que absolutamente todos habían realizado un buen trabajo.

Solo que hay una cosa que me tiene pensativo y es que debemos irnos a barranquilla, pues los interesados desean que hagamos otro hotel allá y debe estar a la par con el de aquí, entonces desean que veamos el terreno para ver si se presta para algo tan bien ideado como eso. Mi problema no es ir, mi problema es encontrarme con ella y no saber como explicarle las cosas.
Claro que la quiero ver, tocar, abrazar, y besar, pero no se como reaccionaria en ese momento.



Mi cabeza está dando vueltas en este momento, cada parte de mi cuerpo ha reaccionado de manera distinta. Mi cabeza me duele, mis brazos se ponen helados y mi estómago anda mas suelto que de costumbre.

No puedo negar que esperé tanto tiempo por este momento, pero me siento nervioso con el solo hecho de saber que puedo volverla a ver a los ojos.

Mañana mismo debo estar en Colombia para tener respuesta lo antes posible.




Voy con mi cabeza a mil de ida a casa, ojala Camila ya esté ahí para que pueda darme ánimos y tratar de tranquilizarme.

Mientras voy conduciendo, logro ver las calles adornadas con luces navideñas. No me acordaba que ya casi es navidad, otra mas donde lo único que pido es un beso de mi Nat, la princesa de mi corazón.

La nieve aquí ya se hace presente, y entonces me acuerdo que en Barranquilla siempre habrá sol, no hay estaciones erk es como si siempre estuvieran en verano.

Extraño mi gente, mi barrio y mis amigos.
Pase mucho tiempo solo pero mis raíces no las olvido.

Pueden pasar siglos pero mi casa siempre será esa.

De hecho la casa donde vivíamos está arrendada, la remodelamos y la alquilamos a un precio mas alto. No queremos venderla porque perteneció a mi madre y es el único recuerdo que queda de ella.

Martín es un campeón, con tan sólo ocho años de edad ha ganado trofeos por ser el mejor futbolista de su colegio. Sé y confio que será grande.

Llego al edificio abrigado de pies a cabeza por el frío que hace, al llegar a recepción me
Percato que el vigilante está. Entusiasmado hablando por teléfono. Me río por lo bajo, niego con la cabeza y sigo mi camino al ascensor que me lleva al piso 6.

En cada piso hay cinco apartamentos, el nuestro es el 603, el mas grande de todos.

Al entrar recibo una llamada, veo el numero y es de la empresa.

- Matias Castro.

- Señor Castro, los boletos han sido comprados, debe estar en el aeropuerto a las 6 de la mañana, el vuelo sale a las 7;30 a mas tardar. - Contesta en la otra línea.

- Gracias Ángel, que eficiente. - sonrio al pronunciar esas palabras. He contado con suerte de contar con gente tan capaz como la que tengo.

- Uno puede ser muy trabajador señor, pero los jefes son los que nos lleva de su mano. - Con la seriedad que lo caracteriza me contesta.

- Así mismo uno puede ser un buen jefe, pero si no cuenta con excelentes trabajadores no llegaremos a ninguna parte

- Gracias señor.

- Gracias a ti. - apreciaba el trabajo y la dedicación de mis empleados, por eso yo había crecido tanto.

Me arrecoste en el sillón. Estaba exhausto. Solté mi corbata y deshice mi peinado. Quería volver a sentirme yo.









- Papiiii.... - sentí esa voz que siempre me llenaba de vida. - Despierta perezoso - volvió a sonar. Abrí los ojos que no se a que horas había cerrado y me encontré con la imagen que mas amaba ver.

- Hijo, ¿como te fue?

- Muy bien. Pero mi tía Mila es muy hablona. A todos lados que íbamos se quedaba hablando.

- ¿si? Y ¿con quien se queda hablando tu tía mila?

- Con hombres papá. Con muchos hombres. - le lanzo una mirada divertida a mi hermana.

- Ay no Matias, ni modo que hable con mujeres. - se va enfadada y yo suelto mi carcajada. - NO TE RIAS IMBÉCIL. - al decir eso mi risa se volvió mas grande.

- Ay ya Camila, tú no y que estabas trabajando?

- Eso estaba haciendo, hasta que a tu hijo se le antojo ir a comprar helados de Mc Donals.

- y tú Aprovechas para coquetear. Que hermana tan atrevida esta. - mi mirada mostraba las ganas de lanzar la carcajada pero a duras penas me contuve.

- Ay, contigo no se puede menso. - con su carita de niña brava se fue y como soy un excelente hermano fui tras ella. - Largate Matias.

- Te amo C.C

- lamentablemente a mi también me tocó amarte

- Eres mi hermana preferida.

- Soy la única que tienes.

- Eres mi luz.

- No pues, ahora y se cara de lámpara.

- Eres mi reina.

- Wow, que castillo. - dijo irónica.

- Que trasero. - que lin.... Oye que morboso. - por fin me da ánimos de reír.












- Hermano, mañana vamos a almorzar juntos. - mencionó mi hermana.

- No.

- ¿Como que no? No me vengas con que tienes trabajo

- Si tengo Mila. - agacha su cabeza y yo me siento mal. Es hora de decirlo.

- Está bien.

- Nos vamos para Barranquilla. - Espero su reacción y me doy cuenta que esta ha sido la mejor idea.

- Alistate Colombia que vamos a recuperar lo nuestro.

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