Capítulo 15

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Narradora Omnisciente:

Seguramente estarán preguntándose ¿Cómo fue que supo Emma que nuestro misterioso villano la estaba siguiendo de cerca? Pues volvamos un poco atrás...

Emma salía de su trabajo aquella tarde sin preocupaciones ni mucho menos la sensación extraña que desde hacía unos meses venía sintiendo, de nueva cuenta era la chica que miraba por todas partes a gente ir y venir sin preocuparse por mirar más allá de sus ocupaciones y vidas, era de nueva cuenta esa chica que se había detenido múltiples veces a pensar y reflexionar sobre su vida, sobre cómo ser feliz, sobre el pasar de los días.

Lo que ella nunca imaginó fue que al ver que seguirla no los llevaría a ninguna parte los oficiales del F.B.I desistieron de ella y decidieron buscar otra vía para hallar a su sospechoso o mejor descrito, criminal, por ello Emma estaba tranquila, pero tanto ella como los agentes estaban equivocados, en ese momento el reloj iniciaría su cuenta regresiva y la chica de cabellos castaños sería el epicentro de todo aquel caos.

De pronto, fue como caer en cuenta de que sus pasos eran seguidos por los de otra persona que distinta, quizá, a otras ocasiones quería dar a relucir que estaba allí; no se inquietó, al contrario siguió su camino hasta su casa, no había nada que ocultar ya, si la había estado vigilando sabía perfectamente su ubicación y como localizarla, no era tonta, así era este sistema.

Como le era costumbre, subió las escaleras del edificio, pues no quería toparse con mucha gente, y nada más poner un pie dentro del salón donde solía quedarse a pensar por horas supo que no estaba sola, un escalofrío le recorrió la espalda, pues frente a ella se irguió aquella figura que no deseaba ver de nuevo, supo que su cuerpo reaccionó a la presencia de aquella persona cuando notó que la misma la veía con su perfecta sonrisa enfermiza, se acercó a él, sintiendo que cada centímetro de cercanía le quemaba, sintiendo que los recuerdos más profundos y enterrados volvían a ella, conforme más se acercaba la figura se hacía más clara y su sonrisa más retorcida, no importaba cómo, lo había conseguido, el hecho de su sola presencia auguraba para ella un futuro lúgubre.

Lo supo en el momento en que sus ojos captaron que ya no había nadie más que ellos dos, no quería demostrar miedo, pero si él estaba allí sin sus perros guardianes, significaba que su tortura apenas comenzaba y que sería la presa en la cacería de su propio padre.

-Querida hija-Fue lo primero que escuchó salir de aquellos labios, no se movió, cosa que de por sí hizo enojar al hombre rubio frente a ella-¿No le darás la bienvenida a tu padre, acaso no te alegras de verme?

-Siento muchas cosas menos alegría, ¿Por qué debería hacer semejante cosa?-Fue la contestación de la castaña, a pesar de que comenzaba a temblar de nuevo.

-Admito que en este tiempo te haz fortalecido Emmy, pero no quieras engañarte, sin mí no eres nadie-Se detuvo a analizarla, sonrió de pronto-También admito que haz sido ingeniosa al buscarte un noviecito del F.B.I.

Ésa última parte la confundió un poco, pero no dejó que la afectara demasiado, estaba colérica.

-No te atrevas a volverme a llamar de esa manera, no te lo mereces y nunca lo merecerás-Aquel comentario no tuvo otra respuesta que la risa extraña que profirieron los labios del individuo que por puro azar del destino y para su mala suerte era y no resultaba ser otro que su progenitor.

-El tiempo fuera de casa te ha vuelto más ruda ¿He?-Soltó con altanería y burla-Espero que esa valentía te dure un poco más de lo que pienso que lo hará, porque como sabrás, no he venido aquí para simplemente saludar, Emma querida.

-¿De verdad? No me digas-Sarcasmo puro, se anotó mentalmente que debía tener cuidado.

-Hm, veo que no me respetas mocosa, veamos si con ésto me tomas enserio: ni tú, ni las personas que están a tu alrededor están a salvo, no importaba dónde te escondas, allí iré a encontrarte, haz activado la bomba porque hoy inicia la cuenta atrás y cuando detone será muy tarde para ti y para todos, prepárate Emma, la cacería ha iniciado.

-Estaré esperando, Erick-Aseguró firmemente la castaña.

-Eso espero, hijita-Tras decir aquellas palabras el hombre se marchó.

Emma cayó de rodillas, jamás había estado tan asustada, luego había salido corriendo de aquel sitio y así había terminado en aquel parque, en los brazos de su chico hoyuelos.

El Secreto De Un PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora