Capítulo 05

4 0 0
                                    

Narra Emma.

Han pasado ya dos semanas desde que me encontré con el chico hoyuelos, estoy en mi departamento, mi pecho sube y baja al ritmo de una respiración agitada, esa pesadilla que me atormenta cada noche de nuevo no me ha dejado dormir.

Miro por el gran ventanal que hay en mi habitación, ya es de día, el cielo ya es todo de un azul claro pero profundo, eso me lleva a aquella noche bajo la lluvia nuevamente.

Al recordarlo suspiro, me he preguntado si tal vez solo fue producto de mi subconsciente ya que me parece irreal todo lo que pasó entre nosotros, pero descarto la idea al ver todos los días el paraguas cerca de la puerta de mi departamento al salir.

También he querido eliminar esa sensación que tengo cada que pienso en esos ojos tan azules como el mismo mar infinito; una persona como yo no puede permitirse sentimientos como el que las locas chicas enamoradas llaman "amor a primera vista" sería como vagar en una marea infinita donde todo es incierto, donde solo yo saldría dañada porque nadie está dispuesto a amar a alguien roto y eso me lo confirmo todos los días, cuando despierto con los recuerdos en mi cabeza, cuando al mirarme al espejo solo puedo ver a mis fantasmas vagar alrededor; no, simplemente me niego.

Me niego a ser parte de esa ruleta rusa llamada amor, porque para las personas que no entienden, eso está bien, pero para mí, el amor o el simple afecto sería la perdición.

Y por eso me conformo con saber que existo y que mi vivir no afecta a nadie, que lo único que he compartido en verdad con otra persona no han sido sino unas cuantas palabras vacías y el simple aire del entorno.

Cuando mi tortura estaba a flor de piel, solo escuchaba las mismas palabras "tu vida no es más que una simple escoria" o "no sirves para nada" había llegado a un punto donde creí en esas palabras, en Sus palabras, y luego lo entendí, entendí que al creer esas palabras tan crueles no le hacía daño a nadie más que a mí y fue cuando lo decidí, decidí liberarme de las cadenas que se habían creado en mi mente.

Porque sí, las palabras tienen poder, mucho o poco, eso depende de nosotros, porque obtienen el poder de destruir o crear, y en mi caso, pues....

Al creerlas, les di el don de destruirme, pero cuando decidí ignorar, me dieron el poder de renacimiento de un ave Fénix y aquí estoy, una yo a la que lograron destruir, pero que surgió de las cenizas y logró renacer, pero claro, no todo es perfecto, y yo no soy la excepción.

La imperfección alcaza a todo y todos sin importar qué o quién seas, eso también me implica, porque aunque haya escapado de cierto modo, mis fantasmas me persiguen todos los días.

Puedo escuchar cada palabra, sentir cada golpe, cierro los ojos y por un momento todo se dispersa, siento solo por un instante un ápice de paz; al abrirlos de nuevo, suspiro, me levanto y me digo a mi misma que hoy será un día diferente.

Trato de relajarme al hacer mi rutina diaria, dicen que si pones toda tu atención en otra cosa lo que te aqueja se irá, y eso lo he comprobado yo, durante el día casi no pienso en nada, pero al volver, no puedo parar de pensar un "¿Y si mi vida hubiera sido distinta?"

Al salir, la brisa me recibe y tomo rumbo a mi área laboral, pero por algún motivo siento que me observan.

El Secreto De Un PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora