Harry es un pediatra en un hospital de enseñanza, Louis es su residente.
Donde Harry quiere adoptar a un bebé del área de pediatría antes de que se vaya a servicios sociales.
O donde Louis tiene cariño por cierto bebé que su jefe quiere adoptar.
⚠️...
Louis llegó casi corriendo a terapia intensiva en pediatría. Dónde tenían a la pequeña en su incubadora, conectada a muchos cosas por todo su cuerpecito. Louis fue con ella, totalmente embelesado con la pequeña bebé que él ayudó a traer al mundo.
Se puso unos guantes, abrió una de las compuertas de la incubadora y metió su mano para tomar la mano de la recién nacida.
—Hola, bebé bonita. ¿Cómo te sientes? nosotros estamos haciendo todo para que mejores y crezcas muy fuerte. Vas a pasar por muchas cosas, angelito.— su tono decayó. —Estás en tus primeras horas de vida y ya luchas por ella, tu mami se fue y servicios sociales te llevará en cuanto mejores.— hizo su boca de lado en una sonrisa melancólica. —Tú vas a estar bien, pero debes seguir siendo una bebé valiente como lo has sido en estas horas, angelito.— movió su manita con cuidado. —Estaré visitándote todo el tiempo que estés aquí. No habrá día que no venga, eso te lo aseguro. Vendré unas horas después.
Sacó su mano con cuidado de no lastimarla. Cerró la compuerta, se quitó los guantes y los tiró al cesto de basura. Llamó a una enfermera para darle cuidados especiales y pedirle cuidar bien de aquella pequeña. Especificándole que lo llamara en cualquier emergencia, a él o a Harry. Ella prometió hacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Doctor Styles! ¡La jovencita no está en el baño!— llegó aquella enfermera, corriendo por el pasillo, gritando al ver a Harry en el mismo lugar.
Harry llevó toda su atención a la enfermera. Que igual que él, su cara expresaba preocupación.
—¿Buscó en todos los baños? ¿En los pasillos cercanos? ¿Las habitaciones?— la enfermera asintió. Harry llevó una mano al puente de la nariz, y otra a la cintura.
—¿Pido que seguridad impida la salida del hospital?
Harry tomó un largo suspiro. Estaba cansado, había estado de guardia. Su paciente había fallecido, su bebé recién nacida estaba en terapia intensiva y una menor de edad escapó.
Necesitaba un respiro.
—No tiene caso.— tensó su mandíbula. —Faltan 15 minutos para que pase la hora desde que no la tenemos a la vista. Seguramente escapó desde los primeros 5 minutos y no nos dimos cuenta. No la podremos encontrar.— chasqueó su lengua. —Deles aviso a los de seguridad por si la llegan a ver en alguna parte.
—Sí, doctor.— respondió. Saliendo de su vista.
—¡Maldito estúpido!— habló para sí mismo. Dando una vuelta sobre su propio eje, mirando el pasillo. Llevando una mano a su cabello para tirar de el.
Louis llegó de vuelta a donde había estado antes junto a Harry. Ahí vio al ojiverde. Tamborileando sus dedos en la pared, pisando varias veces con la punta de su pie derecho detrás de su talón izquierdo.
Oh, algo no iba bien. Conocía a su jefe, conocía esa postura. Era otra mala noticia.
Se acercó dudoso. Nervioso de preguntar, porque ni siquiera sabía si él quería una respuesta.