Maybe... co-parents? [L.S]

Primer día

Louis y Harry acordaron perfectamente la forma de cuidar a la pequeña. Ambos emocionados con aquella planificación previa al siguiente día.

La cuidarían completamente por separado, en sus descansos. Y si en algún punto coincidían sus turnos de descanso o trabajo, ambos cuidarían de ella, ya fuese en la guardería del hospital si en turno se tratase, o en la casa de alguno de los dos en sus descansos. Esto para mostrarle a la pequeña la unión entre los que podían llegar a ser sus padres si el papeleo y todo lo que pensara hacer Joe, funcionara. Tal como lo habían estado platicando a lo largo de la semana y se lo dieron a entender a Joe.

Ahora ahí estaba Louis. Finalmente con la pequeña Faith en sus brazos. Con una diadema blanca con una flor azul, y un pequeño conjunto de color azul pastel que compró un día antes.

—Hoy te vas a casa con Harry, princesa.— habló con ese tono cariñoso a ella. —Tendrás tu primer día dada de alta en casa, angelito. ¿No te emociona?— movió la manita de la bebé con cuidado. Meciéndose de un lado a otro. —Hoy estarás el día completo con Harry. Él te cuidará en este día tan emocionante, yo tengo que trabajar pero me verás después, linda. No me extrañes y disfruta estar en casa llena de mucho amor.— besó su manita con cuidado.

Escuchó el carraspeo de una garganta. Alzó su vista a la puerta de pediatría. Ahí estaba Harry. Con un pantalón negro casual, y una sudadera gris algo holgada.

El ojiazul casi no parecía estar muy acostumbrado a verlo así. Ni siquiera el día anterior, pues ambos permanecían en su uniforme.

Se enfocó en esa pañalera rosa con mariposas y ertrellas que llevaba colgada del brazo izquierdo. Esa que compraron hace unos días para estar listo al llevarla a casa. Por no decir que compraron todo para tenerla perfectamente en ambos lugares. Apresurándose lo más posible para no retrasar este día.

—Buenos días, Louis.— sonrió al castaño. —¿Está lista esta pequeña para dejar el hospital?

—Muy lista.— respondió acercándosele. —Me prometió no llorar mucho y extrañarme poco.— dijo mientras dejaba a la menor en brazos del rizado.

Harry la tomó con mucho cuidado. Colocando una mano en su cabecita, y con el brazo recibiendo su cuerpecito. La arrulló en cuanto ya la tenía en ambos brazos.

—¿Eso hiciste, bebé? Bien, veremos qué tan honesta eres.— musitó. —Aunque creo que no será fácil para ella no extrañarte. Lo hará.

Louis torció la boca, sin dejar de ver a la bebé.

—Tal vez sí, tal vez no. La verdad... me gustaría que sí llorara porque me necesita. Significa que me quiere.— dijo risueño.

Harry asintió con una sonrisa brillante en sus labios. Mirando al ojiazul.

—Te quiere.— susurró.

Louis alzó su vista al rizado. Repasando sus labios con su lengua antes de morder su labio.

—Yo a ella.— bajó su vista de inmediato cuando notó que excedía el tiempo en que lo vio.

Harry sacudió ligeramente su cabeza. Queriendo eliminar algunos pensamientos que surgieron ella. Enfocándose de nuevo en la bebé.

—Dile adiós a Louis, princesa. Despídete de él y dile que mañana lo verás.— tomó con cuidado su manita. Moviéndola de un lado a otro.

Louis hizo lo mismo, sin poderse contener a dejar un besito en la frente de la pequeña.

—Hoy cambia tu vida, angelito.— murmuró con amor.

—Prometemos ser los mejores papás para ti y luchar porque seas nuestra hija.— mencionó ahora Harry.