Sala de descanso

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Por la mañana, Harry y Louis decidieron ir al apartamento del castaño. Querían pasar su día libre junto a Faith, como la clase de familia que lo eran.

Niall los recibió en la puerta. Sonriendo al verlos tomados de las manos recién entraban.

—¿Entonces todo bien entre ustedes?— preguntó con emoción.

Caminando por el apartamento hasta sentarse en el sofá. Con cuidado de no moverse mucho, porque ahí mismo lo acompañaba Faith. Dormida de una forma placentera, sobre este mismo cubierta con una manta de mariposas y sus bracitos extendidos.

—Más que bien.— Harry besó la mejilla del castaño. Un beso que fue bien recibido. El rizado no paraba de sentir las mariposas en su estómago y esa emoción tras dejar de recibir el rechazo que siempre obtenía. Incluso recibiendo una sonrisa del contrario.

—Decidimos darnos una oportunidad. Yendo a nuestro paso.

Niall formó una sonrisa invertida, encogiéndose de hombros. Satisfecho por la respuesta.

Bajó el volumen del televisor.

—Que bueno, porque esa tensión no paraba de hacerme sentir incómodo en el trabajo y aquí en casa.

Harry sonrió. Louis soltó su mano para ir con su pequeña, tan sólo para verla dormida. Sintiéndose como el padre más afortunado en la faz de la tierra. Era un angelito hermoso. Su angelito.

Harry fue al lado de Niall. Dando ligeras palmadas en su hombro izquierdo. Haciendo que el rubio volteara a su dirección.

—Creo que debo agradecerte por hacerle ver las cosas a Louis. Si no fuera por ti, no hubiera pasado esto. Yo estaría rendido y Louis no iba a aceptar nada por sí solo.

Él castaño a su lado asintió. De verdad le debía mucho a Niall.

—No es nada.— hizo un ademán con la mano, restándole importancia. —Seré el Doctor corazón cuando necesiten. Menos si se pelean, ahí no me metan.

Ambos soltaron una suave carcajada que terminó logrando que Faith abriera sus ojitos, con un pequeño atisbo de susto en ellos. Miraba a todos lados. Reconoció a Louis viéndola, sonriéndole. La menor le devolvió el gesto, estirando sus manitas y balbuceando.

—Ven aquí, mi amor.— habló tomándola en brazos. —Te extrañé demasiado.— besó su pancita, recibiendo una risita risueña. —Te tengo una sorpresa.— caminó detrás del sofá, llegando a donde Harry acababa de sentarse. —Papi vino a verte y se quedará todo el día con nosotros. ¿No es increíble, angelito?

La pequeña abrió sus ojitos de par en par al ver a Harry delante suyo. Era pequeña, pero se daba cuenta que no siempre los tenía juntos sonriendo.

Abrió sus puñitos, pidiendo estar ahora en brazos del rizado. Harry alzó sus brazos encima suyo, Louis dejó a la bebé con él.

Harry empezó a jugar con ella. Dando toquecitos en su nariz y estómago, besando su frentecita y sacando risitas de ella.

Niall los miraba cruzados de brazos con un puchero fingido.

—-Llegan ustedes y ella se olvida de mí.— fingió dolor en su tono de voz.

—Somos sus papás, idiota. Claro que se va a olvidar de ti.

—¡Lou!— Harry frunció su ceño.

—Es que es cierto.

—No para que se lo digas así. ¿No ves que el pobre sufre mucho en el hospital? Ya tiene bastante con Liam como para que lo jodas también en su casa.

Maybe... co-parents? [L.S] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora