Real you [Camilo Madrigal]

❝Capítulo 9❞

Una cabellera rubia-castaña se alborotaba con el aire, _________ iba corriendo rumbo a su pequeña casa en el bosque construida por ella misma. Su rostro estaba serio y preocupado, durante la cena había descubierto algo demasiado importante, oír aquello fue lo único que valió la pena de aquella cena.

—¡Bubo! —tocó la puerta con fuerza—. ¡Bonifacio, abre la puerta!

Un chico con cara amargada se asomó acomodándose las gafas, —¿Era necesario decir mi nombre?.

—Si, lo era —se abrió paso y entró.

—Uy, ¿en dónde fue la fiesta?. Te ves linda —cerró la puerta. Era extraño ver a la chica con vestido y peinado elegante, pero en definitiva se veía increíble.

—Cena con tu futuro cuñado —se sentó en un tronco—. Necesito-...

—¡¿Cuñado?! —la interrumpió—. ¡Dios!, ¡¿no ha pasado ni un mes y ya casi se casa mi hermanita?! —cuestionó alterado.

—Si —habló indiferente—. Pero hay algo que-...

—Por supuesto, mi hermana menor me gana en casarse, ¡gracias María! —fingió aplaudir.

—¡Bubo! —alzó la voz—. ¡Quiero decirte algo así que guarda silencio!

El pelinegro apretó los labios.

—Gracias —suspiró—. Seré directa, necesitas regresar al pueblo ahora.

—¿Le sucedió algo a mi madre? —se veía preocupado.

________ negó, Bubo se veía aliviado pero curioso por saber el motivo del pedido de su prima, —Isabela se casará —soltó sin más.

El chico se quedó estático, ¿qué es lo que había escuchado? ¿Su amada Isabela iba a contraer matrimonio con alguien más?, —¿Q-qué?.

—Necesitas volver —se puso de pie—. Bubo, sé que tu la amas y ella te ama a ti, debes volver.

—¿Con quién? —cuestionó neutral, aunque intentara disimular lograba verse afectado.

—Mariano Guzmán.

—Oh, wow —pestañeo rápido.

—Debes impedirlo.

Sonrió, —Bueno, no hay nada más que hacer —se rindió.

________ abrió sus ojos con sorpresa ante esa reacción, —¿Pero qué?, ¿en serio esa será tu decisión? —cuestionó molesta.

—¿Hay alguna otra opción? —de encogió de hombros.

—Claro que la hay —aseguró—. Bubo, la chica de la que estas enamorado desde hace más de diez años va a casarse; y que te lo recuerdo, ella también lo está de ti.

—Si, y yo te recuerdo que nadie de su familia me acepta —sonrió falsamente—. Tú siempre has dicho que no te humillarias por un hombre, ¿yo debo hacerlo por una mujer? —elevó su ceja.

—¡Es muy diferente!, la mujer por la que te humillarías sí está enamorada de ti —su voz sonó desesperada, no quería que su primo se venciera así de fácil.

—¡Tan enamorada que cuando su abuelo descubrió lo nuestro lo único que hizo fue ignorarme sin dar una explicación! —alzó la voz—. Y luego viene aquí... no debiste traerla —vio con enojo a su prima.

—¿No debí?, ¡tú te veías tan feliz!.

—¡Lo único que hiciste fue empeorar todo!, yo ya la estaba olvidando y vienes tú a traerla de nuevo junto a mí —se señaló.