❝Capítulo 8❞

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¿Cuánto tiempo había pasado?, dios mío, ahora Camilo se arrepentía de haber aceptado salir con aquellas dos chicas. Iban de tienda en tienda sin descanso, y peor aún, la chica ojiverde gritaba demasiado y era estresante.

—¡Vayamos al local de enfrente! —gritó Cassandra.

María asintió, tomó del brazo a su prima y la jaló hasta el lugar. Al menos ella intentaba que _________ se sintiera partícipe.

—Deberías probarte algunos vestidos, nunca son suficientes —sonrió la de cabello corto—. Y menos ahora que posiblemente serás la próxima Madrigal —se veía extasiada.

—Me los probaré sólo porque me gustan —aclaró la castaña—. Tú también deberías de probarte algunos —miró a ________.

—Dudo que haya de su talla —Cassandra elevó sus cejas mientras desviaba la mirada—. Era una broma cariño —sonrió.

La sonrisa más falsa que Camilo había podido ver ¿cómo alguien como ella podía tener amistad con María?

—Es una buena idea —"_________" miró a María—. Me probaré algunos.

Ahora fue la rubia quien jaló a la otra chica para entrar primero a la tienda, el lugar estaba lleno de vestidos demasiado llamativos para el Madrigal.

—Te ayudaré a buscar algunos —ofreció su acompañante.

—Buenas tardes, ¿necesitan ayuda? —se acercó la encargada.

—Buscamos vestidos como para ella —señaló a su prima.

—Oh, me parece que si hay algunos modelos —sonrió—. Acompañeme —miró a la rubia.

Camilo sonrió y siguió a la señora. Esta comenzó a ponerle una cantidad exagerada de ropa en sus brazos y después la mandó a los probadores.

Lo único que hacía el Madrigal era observar los modelos y después imitarlos, obedeciendo la orden que le dio _________.

—¡Deberías salir! —se oyó la voz de María.

La rubia salió con un vestido verde menta de tirantes anchos (una especie de listón transparentoso), el cual le llegaba unos 15cm antes del tobillo.
Una sonrisa iluminaba su rostro con satisfacción.

—Me gusta este —y no mentía, de todos los vestidos ese era con el que más se sentía convencido.

La figura de la chica, el tono de piel, lo descuidada que podía ser; todo eso lo tomó en cuenta.

Cassandra ahogó una risa, —¿Lo dices en serio?.

"_________" asintió. María la miró impresionada, —Te ves hermosa —habló sinceramente, a ella siempre le había parecido que su prima era una chica bastante bella aunque la mayoría no lo viera así.

—Siento que se vería mejor en alguien delgada —comentó la ojiverde—. Los tirantes hacen que tus brazos se vean gordos, más de lo que ya son.

La sonrisa de la rubia desapareció y un sentimiento de vergüenza lo invadió ¿no había elegido un vestido correcto?
Se giró quedando frente al espejo que había en el lugar, intentó ver todos los detalles posibles, pero para Camilo se seguía viendo bien.

—Ya basta, Cass. Mientras a ella le guste y se sienta cómoda —miraba seriamente a su amiga—. ¿Cierto ________? —la volteó a ver.

Esta sonrió dudosa, quizás Cassandra tenía razón y no se veía adecuado en la rubia, después de todo Camilo era hombre y no sabía de esas cosas.

—Creo que por hoy no compraré nada —giró sobre sus talones y entró al probador. Sus ojos volvieron a ver su reflejo, se giró de un lado a otro—. Pero ella se ve bien —habló refiriéndose al cuerpo de la rubia.

Real you [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora