❝Capítulo 12❞

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—¡Mi niña! —Francisco abrazó a su hija en cuanto la miró entrar a casa—. Estas bien, estas bien —susurró aliviado.

El señor brincó del sofá en cuanto vio a su hija entrar a la casa, estaba en pijama. De nuevo se había quedado a vigilar ahí para asegurarse de que su hija llegara con bien.

—Lo estoy —se sentía asfixiada pero no iba a interrumpir el acto.

—Estuve buscándote por horas, pero me sentí más tranquilo cuando María mencionó que el joven Camilo fue a buscarte y te encontró —se separó—, ¿por qué no habías vuelto?

—Sólo quise estar más tiempo sola —sonrió—. Lamento haberte preocupado.

Él acarició el cabello rubio de forma suave, —Lo importante es de que al fin estás aquí.

—Iré a mi habitación y al fin poder asearme de forma correcta —se separó totalmente—. Te quiero.

Francisco le dedicó una sonrisa.

___________ entró a su habitación encontrándose con un invasor en su cama, su hermano estaba dormido en su cama. De forma silenciosa tomó un poco de ropa y salió para no despertarlo, aunque no sabía si lo hacía solamente para dejarlo dormir aún más o porque no se sentía lista para hablar con él.

[...]

Puso los platos de panqueques en cada lugar respectivo de la familia, a excepción del suyo, que ya había comido antes que los demás.

—Algo huele delicioso por aquí —entró su padre, ya vestía con su ropa de trabajo.

Sonrió levemente, —Preparé panqueques, adelante.

—¿Tú no desayunarás? —se sentó frente a su plato.

—Ya lo hice, ahora me voy —su papá la miró de inmediato—, a mi habitación —aclaró—, necesito hacer mi tarea.

Francisco asintió tranquilo, —Gracias por el desayuno, nos vemos en la tarde —le sonrió.

—¡_________! —María apareció de pronto, sin dudarlo la castaña se lanzó a abrazarla—. No sabía que habías vuelto, Camilo dijo que me lo diría lo más pronto posible.

Camilo...

—Bueno, me agrada más saber que fue sorpresa —se separó, pudo ver en el marco de la puerta a un niño viendo con timidez la escena—. Hice el desayuno, disfruten.

Salió de la cocina.

—Me imaginaba un momento más conmovedor —María se sentó con una expresión de incomodidad.

Juancho seguía en el mismo lugar, en cuanto reaccionó fue a su asiento. Lo que rápido llamó su atención fue su desayuno.

“—¿Crees que por hacerme panqueques con caras graciosas hechas por fruta va arreglar las cosas?”

Las rebanadas de diferentes frutas sólo estaban por un lado del plato, y eso se veía tan... triste y normal.

__________ subía a su habitación, su garganta que estaba normal formó un nudo al ver a una señora de cabello castaño parada al inicio de estas.

—Vaya, al fin se te pasó lo chiflada.

¿En serio?, ¿eso iba a ser lo primero que diría?. Por lo menos en su mente había imaginado que su madre se disculparía de inmediato, vaya error.

—Sí —contestó seria, lo menos que quería era comenzar una nueva discusión.

—Espero que en tu desaparición hayas pensado muy bien en transformar tu actitud y dejar de ser tan rebelde —bajó las escaleras hasta ponerse a su lado—. Es por tu bien —siguió bajando.

Real you [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora