-Hugo cielo, pasa- lo invitó mi madre. Él sonrió en forma de respuesta y fue a saludar a mi hermano.
-Hey tío, no me imaginaba que justamente fueras tú mi nuevo hermanastro- dijo Dallas. ¿De qué se conocían?
-¿De que os conocéis?- pregunté un poco en shock.
-Él viene conmigo al gimnasio, y a parte es el primo de Dylan, mi amigo- respondió mi hermano con simpleza. Yo miraba a Hugo con sospecha, él no me hacia sentir nada bueno.
-Oye mamá, ¿qué hay de cenar? Muero de hambre- preguntó Hugo. ¡¿¡Mama!?! ¿¡Quién se cree que es para llamar Mamá a MI mamá!? Y no, no estoy celosa.
-La comida preferida de Ari, costillas a la miel- respondió mi madre sonriente. Yo empecé a babear por la comida, y cuando Hugo me miró con aquellos ojos azules, algo se removió en mi estomago; deberá ser el hambre... Me dije a mi misma.
-Buueeeno, vamos a cenar- invitó mi hermano, y todos le seguimos hasta el comedor. Me tocó sentarme al lado de mi hermano, y enfrente tenia al idiota de Hugo; no llevaba ni media hora con él y ya le odiaba!!
....
-Y bueno, Ari, ¿cuántos años tienes?- preguntó Leo para romper el silencio.
-Tengo 17 años, todavía estoy estudiando en el instituto- respondí yo amable. Hugo me miró como analizando lo que decía.
-Aam, y ¿qué quieres estudiar?- volvió a preguntar Leo.
-Modelo, me encanta la fotografía, soy una experta en selfies- dije yo en tono de humor. Todos comenzaron a reír, todos menos Hugo. Ajjj, que asco de niño.
-Pues veo normal que quieras estudiar para modelo, con lo guapa que eres vas a triunfar mucho- me respondió Leo muy simpático. Dios, que amor de hombre. A lo mejor me equivocaba y no me importa tener algo parecido a otro padre.
-Ya ves...- susurró Hugo por lo bajo, pero yo le pude escuchar y le miré con asco, a lo que él me respondió con una sonrisa juguetona.
.......
-¿Entonces siempre habéis vivido aquí?- pregunté yo.
-Sí, y aquí en Miami fue donde conocí a tu madre- respondió Leo cogiendo de la mano a mi madre. Se les veía que están muy enamorados.
-Y contadme cosas de la boda- pedí yo.
-Claro. Pues mira, ya a ser una boda por el juzgado, y después de firmar haremos una especie de boda, pero un poco alocada- me dijo mi madre.
-Vale Ma, y ¿de qué sabor será la tarta?- pregunté yo. Ella rió.
-De chocolate y red velvet, como te gusta a ti- dijo mi madre cariñosa. Yo sonreí enormemente y me lancé sobre ella a abrazarla.
-Mimada- susurró mi hermano con falso enfado.
-Celoso- respondí yo. El rodó los ojos e hizo la pregunta que todos esperábamos saber...
-Por cierto mamá, ¿dónde viviremos?- preguntó mi hermano. Yo volví a sentarme en el sofá y miré curiosa a mi madre.
-Pues... nos iremos a vivir al chalet que hemos comprado Leo y yo. E iremos a vivir todos juntos- comentó mi madre. Yo puse cara de tristeza, sabia que no me haría gracia la idea, por eso mi madre no nos lo quería decir.
-¡¡¡Que guay tío!!! Ya estaba un poco harto de esta casa- dijo mi hermano muy feliz. Mi madre y yo le echamos una mirada de "como hagas otro comentario así, te quedas sin testículos", y volvió corriendo a su postura normal.
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El idiota de mi hermanastro
Romance-Hugo, esto no está bien, somos hermanastros- le dije. Él apretó su agarre en mi cintura. -Tú lo has dicho, hermanastros, no tenemos la misma sangre- respondió él con su perversa sonrisa. Sabia que esto no estaba bien, y también sabia que no acabarí...