6 años más tarde
-No puede ser!!!- grité con la prueba en la mano. Hugo entró corriendo al baño y me miró asustado.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas?- preguntó mirando a todos los lados. Yo le enseñé la rayita rosa de la prueba de embarazo y él la cogió con miedo.- ¿Es...estás embarazada?- preguntó.
-Según la prueba sí- dije casi llorando. Él la tiró al suelo y me abrazó.
-Tranquila, mi amor, vamos a tener un bebé, no es para tanto- intentó calmarme.
-Hugo, solo tengo 24 años, aún no quiero bebés- le dije. Él me besó y se agachó a mi altura.
-Y yo tengo 27 años, ya tengo buena edad para ser padre. Mira, Ari, haz lo que creas, pero pienso que es una señal del destino que quiere que pasemos toda la vida juntos- me tranquilizó. Yo asentí aún asustada.
-Va...vale, pero hay que ir a decírselo a mi madre- él asintió y bajamos al comedor donde se encontraban mi madre y Leo cogidos de la mano viendo la tele, y mi hermano y Zoe jugando con Harry, su hijo.
-Tenemos algo que deciros- dije yo. Ellos nos atendieron.
-Vamos a ser padres- acabó Hugo. Todos se levantaron a darnos la enhorabuena.
...
-¿Y cómo es eso de tener un bebé?- le pregunté a Zoe cuando estábamos solas.
-Pues al principio es horrible. Tienes jaquecas, vómitos, dolores, tienes que levantarte a darle el biberón a la hora que él quiera, cambiar pañales sucios...... Pero cuando ya son más mayores los ves y sabes que ha valido la pena el esfuerzo- dijo Zoe. Yo abrí los ojos como platos y me senté en la cama.
-Ay dios, que no voy a saber ser madre, que soy joven aún- dije asustada.
-Aun te quedan 9 meses para.... Espera, ¿hace cuanto sabes que estás embarazada?- preguntó.
-Hoy-
-No no, me refiero, ¿hace cuanto que tuvistes relaciones sexuales con Hugo sin preservativo?- volvió a preguntar. Yo conté.
-Hace 1 mes. Ay dios, que me voy a poner como una vaca y ya no podré ser modelo. No me van a querer en ningún sitio más y me voy a quedar en paro....- dije con pánico. Zoe me abrazó.
-Tranquilizate, Ari, yo voy a hacer todo lo posible por ayudarte y, cuando tengas al bebé, volverás a estar tan buena como ahora. Ya verás que todo os va a ir genial- me dijo con calma. Yo asentí y la abracé.
No sé qué haría sin ella.
Ocho meses más tarde.
-Vale, tranquila, Arianne, vas a tener a tu bebé y vas a ser muy feliz- me dijo la enfermera.
-Tranquila, mi amor, todo va a salir bien- me tranquilizó Hugo.
La enfermera me puso en la camilla para parir.
-Empuja- me decía el doctor.
Yo hacía todo el esfuerzo que podía, pero era demasiado y me estaba mareando.
-Empuja, bebé- me decía mi novio.
-Vamos cariño, empuja- me animaba mi madre.
-Callaros de un vez todos. Estoy pariendo yo, así que vosotros os calláis, que aquí manda el doctor- grité exhausta.
-Un poco más, Arianne- yo hice mi último esfuerzo y sentí como un peso en mí se iba.- Ya está-
-Mi bebé- dije cuando lo lavaron y me lo dieron.
Estuve con él 5 minutos.
-Ahora tienes que descansar, Arianne, más tarde podrás ver a tu hija- dijo el doctor.
-¿Niña?- pregunté feliz.
-Una pequeña Ari. ¿Cómo le pondremos?- preguntó Hugo acariciándome la mano.
-Hayley- dije. A Hugo se le iluminaron los ojos.
Hayley era el nombre de su madre antes de que muriera. Él me besó y se tumbó a mi lado en la camilla. Me alegro de haberme casado con él antes de tener al bebé.
-Te amo, Arianne Hamilton- me dijo acariciando mi pelo.
-Yo te amo más, Hugo Hamilton- me acurruqué más en su pecho y me quedé dormida.
Mi vida está casi hecha. Tengo un marido perfecto, una preciosa bebé y una familia genial.......... Bendigo el día en el que mi madre conoció a Leo.
Definitivamente ESTOY ENAMORADA DEL IDIOTA DE MI HERMANASTRO❤❤❤
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MIS LECTORAAAAAS.
MILES Y MILLONES DE GRACIAS POR HACER QUE ESTA NOVELA SEA GENIAL. GRACIAS POR HABERLA SEGUIDO HASTA EL FINAL. SIN VUESTRO APOYO NO PODRIA HABER SEGUIDO.
OS AMO CON TODO MI CORAZÓN A TODAS VOSOTRAS.
He empezado una nueva novela que se llama ADONIS, la tenéis en mi perfillll !!!!!!
(La pequeña bebé Hayley en multimedia!!!)
Feliz 2016, hermosas
Miles de gracias, bebés, os aamooo❤❤❤❤❤
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El idiota de mi hermanastro
Romance-Hugo, esto no está bien, somos hermanastros- le dije. Él apretó su agarre en mi cintura. -Tú lo has dicho, hermanastros, no tenemos la misma sangre- respondió él con su perversa sonrisa. Sabia que esto no estaba bien, y también sabia que no acabarí...
