Mi cuerpo estaba aprisionado boca abajo contra el colchón. Sí, me estaba pisando mi querido novio.
Novio...
Qué bien suena dios!!
-Hugo, ¿te puedes quitar de encima mía?- le pregunté.
-Si me das un besito- puso morritos de pato. Yo me reí y le di un beso. Él se levantó de encima y yo me incorporé.
Me vestí y bajé a desayunar y vi a todos con unas caras muy largas, seguramente por lo que pasó ayer.
-Hoy voy a ir a ver a papá antes de que vengan a obligarme- dije mientras comía un croissant de chocolate.
-No vas a hacer eso, él no puede obligarte a ir- dijo Dallas.
-Sí que puede y lo sabéis. Pero no pasa nada. Dentro de unos meses, cuando cumpla 18 años, me vendré a vivir aquí otra vez y ya- respondí mientras comía una manzana. Hugo dio un puñetazo a la mesa y se levantó de golpe.
-Me cago en Dios ya. Quiero pegarle un puñetazo en la puta boca al gilipollas de tu padre- dijo muy enfadado. Yo fui y le abracé por detrás.
-Mi amor, no va a pasar nada, vamos a seguir viéndonos- le tranquilicé.
Miré a Dallas y fui hasta su lado.
-Tienes que decirle ya a mamá y a Leo lo tuyo y de Zoe- le dije. Él asintió y llamó la atención de mi madre.
-Mamá, Leo...Zoe y yo vamos a tener un bebé- soltó. Mi madre abrió la boca de par en par.
Yo cogí a Hugo de la mano y subimos a mi habitación porque, lo que pasaría a continuación no seria para nada agradable de oír.
Cerré la puerta con pestillo y empujé a Hugo y le tiré a mi cama boca arriba.
-Uy uy, la gatita se quedó con ganas de más el otro día...- dijo Higo. Yo sonreí y gateé hasta quedar encima suya.
-Sabes que siempre me dejas con ganas de mas- le besé el cuello mientras tocaba sus abdominales.
-Que así sea-
En un segundo me dejó debajo suya y yo le quité la camiseta. Él me quitó la mía y desabrochó mi sujetador, pero cuando iba a quitarmelo, tocaron a la puerta.
-Arianne, tu padre está abajo esperándote- dijo Leo con voz cansada. Yo puse una mueca cuando vi a Hugo ponerse la camiseta y apretar la mandíbula.
Me coloqué de nuevo el sujetador y la camiseta y bajé, pero la expresión de Hugo me decía que quería partirle la cara a mi padre.
Me acerqué a él y le toqué los pectorales en forma cariñosa.
-Bebé, yo hablaré con él, tú quedate aquí- le ordené con un corto beso en los labios.
Salí y vi a mi padre esperando en el lateral del coche.
-Ya era hora. Vamos, sube que hay un largo camino- dijo dando la vuelta hasta el asiento del piloto.
-¿Qué dices? Aún no he preparado nada de nada. Ven luego si eso- le dije. Él vino hacia mí.
-Te vienes ahora. Si quieres mañana vendrán a llevarse tus cosas, pero ahora te vienes conmigo y punto- me respondió borde.
-Con unas pocas prendas me sobra, no estaré mucho allí contigo- dije mirándome las uñas. Él me cogió con brutalidad del brazo y me apretó.
-Mira, niñata, yo solo quiero que vengas conmigo para joder a la guarra de tu madre, así que no te pongas así de chulita conmigo- me dijo. Yo me solté y le escupí en la cara.
-Ni en tus peores sueños vas a hacer mal a mi madre. Ya me encargaré yo de eso. Voy a llamar a la policía para que te detengan por malos tratos hacia mí- le dije vacilante.
-No, no llamarás a la policía porque ni tu teléfono ni ningún dispositivo móvil van a estar a tu alcance, así a la próxima vacilaras menos, malcriada. Y ahora sube al coche- me obligó enfadado.
-Al menos dejame que me despida de ellos- dije señalando la casa.
-Y una mierda, ya tendrás tiempo de volver a verlos- dijo él mientras entraba al coche y lo encendía.
-¿Podré venir a verlos?- pregunté con un poco de esperanza. Él se rió sarcástico.
-Sí, en su funeral, porque no vas a salir a casa ni para ir al colegio- dijo riendo.
-Eres un.....- él me hizo callar.
-Chchch...cuida tu vocabulario no vaya a ser que tenga que callarte yo la boca- dijo cerrando el puño.
Decidí callarme para no avivar más el fuego. Mi vida es una mierda. Ahora ni siquiera voy a poder ver a nadie. Es un hijo de la gran puta...
...
-Baja del coche que ya hemos llegado- dijo mi padre con voz ronca. Yo salí del coche y vi una gran mansión.
-Apuesto a que no pagas tú la casa- dije irónica.
-Calla- dijo enfadado.
Subimos por el gran ascensor y, en el último piso, se abrió dando lugar directamente a la casa. Era más grande que toda mi casa entera. Había una escalera de caracol dorada que daba lugar a otro piso. Estaba tan fascinada mirando la casa que no me di ni cuenta de que habían 3 personas sentadas en el sofá.
Había una mujer de pelo lacio negro que tenia una tripa de embarazada que madre mía.... A su lado había una niña de 3 años más o menos con el pelo rizado que parecía una leona. Y a su lado había un.........
-¿Jack?- pregunté. Él se giró y vino corriendo a abrazarme.
-¡¡Pequeña Ari!!- me subió a sus brazos.
-Te he echado muchísimo de menos.....- le dije sonriendo.
-Yo más a ti, bebé- me dijo en un susurro al oído. Mi bello se erizó ante el contacto de sus labios.
Aquellos labios que besé por primera vez....
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Bebeeeees.
Perdoon perdón perdonaaaadmeeee. Siento haber tardado taaaanto. Es que he tenido muchos exámenes y los extraescolares y esas cosas....
Juro que actualizaré cada 7-8 días. Os amo bebes. Aaah, y gracias a mi amiga @janeeyree por el seguimiento de la historia, porque estaba un poquito atascada....
(Jack en multiiii)
Besooooss❤❤❤❤❤❤
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El idiota de mi hermanastro
Romance-Hugo, esto no está bien, somos hermanastros- le dije. Él apretó su agarre en mi cintura. -Tú lo has dicho, hermanastros, no tenemos la misma sangre- respondió él con su perversa sonrisa. Sabia que esto no estaba bien, y también sabia que no acabarí...