-¿Qué tal estás, precioso? Hace un montón que no nos vemos- le dije sentándome a su lado en la cama de mi nueva habitación.
-Ahora que te veo mucho mejor. Estás preciosa, Ari, incluso mejor que cuando me dejaste- dijo mirándome de arriba a abajo.
Mi sonrisa se desvaneció.
-Jack, sabes que yo te quería muchísimo, pero bueno, con el divorcio de mis padres pues yo no estaba al 100% y....- él me puso un dedo en los labios haciéndome callar.
-Eso es el pasado, ahora ya no importa porque vuelves a estar aquí- me dijo sonriendo con sus perfectos dientes blancos.
-Ya, bueno, pero no estaré mucho aquí. Simplemente me quedo hasta dentro de dos meses. Cuando cumpla los 18 me volveré con mi otra familia- dije. Él bajó la cabeza apenado.
-Yo creí que ya no volveríamos a separarnos....- dijo con voz triste. Yo le cogí la cara entre mis diminutas manos.
-Y no lo haremos, pero yo quiero volver con mi madre, mi hermano, mi......- no dejó que acabara la frase cuando sus labios se posaron sobre los míos.
Sus labios sabían igual que cuando los besé por ultima vez. Él me cogió de la nuca para intensificar más el beso, pero yo le aparté.
-Jack, yo...... han cambiado muchas cosas desde que lo dejamos....- dije para no parecer brusca. Él me miró sin entender.
-Ya, pero ahora volveremos a ser como antes- dijo con esperanza.
-De verdad que no, Jack. Yo ahora estoy enamorada de mi hermanastro y estoy saliendo con él y soy muy feliz. Tienes que entender que lo nuestro fue precioso, pero que ahora no puede ser- le dejé claro sin ser muy borde. Él pareció entenderlo y se levantó.
-¿Con tu hermanastro? ¿Y por qué no me lo has dicho antes?- preguntó con voz áspera. Yo me levanté hasta estar enfrente suya.
-Te lo iba a decir cuando me....bueno....cuando me besaste- dije incómoda. Él asintió sin hablar.- Pero bueno, di algo, ¿no?-
-¿Y qué quieres que diga? Que me parece que eres una fresca por ir tirándote a tu propio hermanastro. Sinceramente eres muy patética, Ari, no se cómo has podido caer tan bajo- gritó antes de salir por la puerta y dejarme con una agonía en el pecho.
Me tumbé en la cama y las lágrimas pedían salir de mis ojos. La sensación de haber hecho sentir mal a Jack me quemaba, pero lo peor fueron sus palabras. Me hicieron sentir muy mal.
Dos horas más tarde desperté con los ojos rojos por haber aguantado las lágrimas. Debí de quedarme dormida...
Bajé al salón y vi a la mujer de pelo negro sentada en el sillón tejiendo.
-Hola, ¿sabes dónde está mi padre?- le pregunté. Ella me miró con asco.
-Sabes, no tienes derecho a llamarle asi. Él ha hecho mucho por ti y tu vas y se lo pagas odiandole y quejandote- me reprochó. Yo abrí la boca y me reí sarcástica.
-¿Que él ha hecho mucho por mí? ¿Como qué? ¿Como obligarme a irme de mi casa y amenazarme? ¿Deberia de darle las gracias?- pregunté irónica. Ella se levantó y vino amenazante hacia mí.
-Mira niñita, a mi no me levantes la voz porque tienes todas las de perder. Si le digo a tu padre que me has gritado, no dudará en echarte- dijo prepotente. Yo me reí.
-Pues que lo haga, porque lo estoy deseando, bruja- le dije antes de volver a subir a la habitación.
Me puse a mirar todo lo que había en la habitación, hasta que, 1:30 después, subió mi padre enfadado.
-Ni se te ocurra volver a gritarle a Julie porque te juro que no vuelves a pisar la calle en tu vida, niña idiota- me gritó. Esto es el colmo.
Me levanté del suelo y le encaré.
-Y a ti ni se te ocurra volver a gritarme porque cojo y les digo a tus hijos lo mierdas que eres. Que te follaste a esta guarra mientras estabas casado con mi madre, y que ahora encima se las quieres hacer pasar putas por tu jodido egoísmo- le grité yo.
Sentí como mi mejilla quemaba, y es que, me había dado un tortazo en la cara. Sentí que mi furia aumentaba cuando sonrió con autosuficiencia. Fue ahí cuando cogí lo primero que pillé (un jarrón de cristal) y se lo lancé, pero él lo esquivó.
-Estas como una puta cabra- me gritó antes de cerrar la puerta e irse.
Mi ira fluía cada vez más deprisa, y entonces empecé a destrozar lo que tenia a mi paso.
Tiré lo que había en las estanterías, mesas y armarios. Destrocé la cama y, cuando cogí un pisapapeles para tirarlo contra el cristal de la habitación, unas manos me sujetaron e hicieron que lo tirara al suelo.
Me cogieron como si me fuera a escapar, y cuando me juntaron contra su pecho, yo levanté la cabeza y le vi, mi mundo se vino abajo.
-Jack- solloce abrazándolo.
Él me cogió en brazos y me hizo que me tranquilizara, porque no me había dado cuenta de que estaba llorando.
-Tranquila, Ari, ya estoy aquí. No te preocupes, cielo, no te dejaré ir. Y siento lo de antes, pequeña, fue un arrebato- dijo con voz pausada. Yo seguí llorando contra su pecho.
Cuando me tranqulicé, él me hizo que me tumbara apoyada en su pecho mientras me acariciaba el pelo.
-¿Cómo has entrado?- le pregunté ya más calmada.
-Por la puerta- yo le miré mal y él rió.- Tu padre me llamó y me dijo que viniera porque estabas como una furia-
-Já, es gracioso que lo diga él, justamente el que hizo que me pusiera así- dije irónica. Él levantó la cabeza para mirarme.
-¿Y por qué te pusiste así?- preguntó.
Yo el conté todo lo que había pasado con pelos y señales.
-Bueno, pues ya ha pasado, ahora vete y descansa, que debes estar agotada- dijo riendo mientras miraba todo el destrozo de la habitación.
-Claro, pero no quiero que te vayas, eres lo único que tengo- le dije apenada. Él me besó la frente.
-Claro, bebé, me quedaré contigo todo el tiempo que tu quiera. Aunque, primero deberías comer, llevad sin hacerlo desde esta mañana. Voy a subirte un bocadillo- dijo guiñándome un ojo y desapareciendo por el pasillo.
Me entristecí más aun cuando me llamó bebé. Hizo que recordara a Hugo. A mi novio.
Escuché voces en el comedor y me asomé para escucharlas mejor. Era Jack hablando con otro chico.
Bajé unos escalones para escuchar mejor.
-No está aquí, así que vete, barriobajero- dijo Jack enfadado.
Miré hacia donde miraba él y, todo mi mundo se vino arriba.
-¡Hugo!- grité corriendo a sus brazos.
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Hola bbssss. Nuevo caaaap.
¿¿Estáis igual de sorprendidas que yo??
(Casa del padre de Ari en multimedia)
Adeeeu amoreeees
Os amooo❤❤❤
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El idiota de mi hermanastro
Romance-Hugo, esto no está bien, somos hermanastros- le dije. Él apretó su agarre en mi cintura. -Tú lo has dicho, hermanastros, no tenemos la misma sangre- respondió él con su perversa sonrisa. Sabia que esto no estaba bien, y también sabia que no acabarí...