ᗪᖇᗩᘜÓᑎ [ᵗᵐⁿᵗ_ᵖᵃᵘˢᵃᵈᵃ]

𖦹ᵗʳᵉᶜᵉ𖦹

Dos personas estaban frente a él, destructor, el cual tenía una mirada oscura y no muy satisfecha por lo que acaba de escuchar.

- Te das cuenta de que por la traición de tu hermana deberás pagar caro, Fukuda? -una voz grave y amenazante con un tono más elevado por su ira-

- Sí, maestro destructor, aceptaré todas las consecuencias del acto de mi imprudente hermana. -decía con la cabeza baja mientras estaba de rodillas-

- Para tú suerte, aún me eres útil, así que no te eliminaré de momento, pero si está vez la traición la cometes tú... -en eso alzó su mano desplegando sus afiladas cuchillas de su traje-

- Sí, maestro destructor. -de verdad no tenía miedo por su bienestar, tenía miedo por el bienestar de su familia-

No era tonto como para no saber de lo que era capaz ese hombre, un paso en falso y podría hacer añicos a todo su Clan cómo seres queridos.

Y él no permitiría eso, incluso si eso significa tener que sufrir toda clase de cosas.

- Bradford. -llamo a su discípulo-

- Sí, maestro? -contesto firme-

- Dale un buen entrenamiento, no te reprimas en las lecciones. -dijo con dobles intenciones-

El contrario solo asintió con la cabeza y agarro al albino con sus garras sin importarle si lo hería, arrastrándolo a otro lugar para su "entrenamiento".

La kunoichi, que presenció todo esto solo tenía una mirada fría y neutra, estaba resentida por la traición y pensó en esos momentos que eso era lo mejor.

Pero por otro lado de ella, estaba preocupada por las posibles cosas que le podrían suceder al Fukuda, aunque esté sentimiento era ocultado por su ira hacia lo sucedido recientemente.

- Si me permites padre, que clase de entrenamiento le darán? -ella estaba inclinada ante esté, siempre lo hacía en señal de respeto-

- No es de tu incumbencia saber de eso hija mía, lo descubrirás tarde o temprano. -se notaba la malicia en esas palabras-

Se hizo una idea de lo que podría pasarle.

[Ahora es problema tuyo esto, no podré hacer nada al respecto, Jin] pensó la joven de cabello azabache.

Se escucharon golpes y estruendos a lo lejos y muy débiles quejidos, el "entrenamiento" había empezado.

[...]

En otra parte...

[...]

Un grupo de jóvenes se encontraban en las alcantarillas recién llegados de una cita médica.