Cartas a mi crush • Kevin Álvarez

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¿ 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛𝚝𝚎 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘?

Alexia Ramirez •

Aquí iba yo, en camino al estadio para ver a mi crush. ¿ y saben que era lo peor?, no, no era que fuera futbolista, si no que era alguien cercano a mi.

Kevin, lo conozco desde que tengo memoria por que siempre a sido el mejor amigo de mi hermano, Fernando. Viene a casa cada fin de semana o bueno, al menos venía antes de que fuera futbolista de primera División.

El siempre me llama Alexia colores por mi cabello, medio año lo tengo de un tono y la otra mitad, la cambio a otro tono. Es por eso que el me llama así, Alexia colores.

¿ como empezó este amor por el?, es muy fácil de responder.

El tiene la edad de mi hermano, tan solo es un par de años mayor a mi. Íbamos en el mismo colegio, esa vez mi hermano no fue por que estaba enfermo en casa.

Yo había decidido ir sola, a pesar de mis malas notas, me esforzaba por mejorar pero la escuela no era para mi. El punto es que esa tarde en el receso, estaba tranquila caminando.

Pasaba por la cancha donde jugababan fútbol en las horas libres, un niño me dio justo en la cara con el balón y me hizo caer de lleno al suelo. Comencé a llorar, me había dolido horrores.

Mis amigas le reclamaron a ese niño, pero el se excusó diciendo que nada teníamos que hacer ahí. Que estaban ocupando la cancha y que nosotras bien sabíamos lo peligroso que era, prácticamente se burló de mi llanto y nos corrió rápido de allí.

No contaba con que Kevin estaría ahí, presenciando todo. El empujó a aquel niño, le dijo quien era mi hermano pero a ese niño poco le importó. Entonces Kevin lo encaró, aquel pequeño Kevin de diez años me defendió de todos los que se reían se verme llorar.

Desde ese entonces estuve agradecida con el, lo veía como mi héroe por dejarme ver que no estaba sola. Fernando también le agradeció, el amaba que su mejor amigo me cuidara.

Al principio todo era normal, Kevin era también amigo mío aunque no el mejor. Teníamos cosas diferentes en cuanto a gustos, por eso era mejor amigo de mi hermano, pero aún así se llevaba de maravilla conmigo.

Y como dije, fuimos creciendo y Kevin cada vez se volvía más atractivo. La pubertad había hecho de las suyas con el, conmigo no. Me fui desarrollando muy lento, mis pechos y mis glúteos no eran tan grandes como el de otras niñas, tenía la cara llena de acné y encima tenía miopía.

Si lo pintan así pareciera que soy la copia de patito feo en atrevete a soñar, no estaba tan lejos de la realidad, solo que mi final no era quedarme con el guapo de la historia. Mientras las niñas con las que Kevin salían eran del grupo de las divinas, yo era el de las rechazadas, ni siquiera a populares llegaba. Si vieron atrevete a soñar van a entenderme.

Primero fue lo que todos llamamos crush, tuve ese flechazo que pensé que se acabaría conforme el tiempo pasaba. Pero me equivoque, los años fueron pasando y Kevin seguía siendo mi crush, pero con la diferencia de que ahora estaba enamorada.

Pase esos horrores de verlo estar con chicas aquí y allá, de verlo tener ligues que tenían el cuerpo de una modelo. De niñas más femeninas que yo, con niñas que no necesitaban usar lentes para ver bien.