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V̲e̲r̲d̲a̲d̲e̲s̲ e̲n̲ l̲a̲ c̲a̲r̲a̲







A̳l̳e̳x̳i̳a̳:






Después de tanto hoy finalmente podía tener un poco de paz y serenidad, yo tenía muy claro que el trabajo no lo era todo y que incluso, no estoy dejando claro lo que tengo muy muy claro. No se si me estoy explicando bien, solo quiero decir que mis acciones no han sido las mejores últimamente. Estaba muy cerca de que toda mi normalidad hasta ahora se terminé, quiero volver a ser la misma Alexia de antes que su prioridad era ver a su novio, comer con su familia, salir com sus amigos, simplemente me gustaría dejar toda esta mierda sobre el trabajo.

Asi que esta noche debía ser grandiosa, no más hablar de trabajo y disfrutar de mi juventud al menos por hoy. Me ponia un poco triste saber que Kevin no había podido venir, pero era mi turno de ser una novia comprensiva, ¿ no?.

Así que muy a mi pesar por que el no puede acompañarme, termino de arreglarme para salir de casa. Mis padres y mi hermano aún no han llegado, por lo que puedo irme sin necesidad de despidos y explicaciones sobre a donde voy.

Subo al auto que de vez en cuando comparto con mi hermano y rápidamente lo pongo en marcha, la música resuena en la radio pero no soy muy consiente de que tipo de música sea. Aproximadamente diez minutos más tarde termino por llegar frente al restaurante de comida mexicana al que han decidido mis compañeros venir. En este tiempo habia hecho una buena amistad con Ever y con Fabiola, dos chicos que también son pasantes en la empresa pero con un poco más de vida personal.

Ellos entendían mi manera de ser por que conocían a Adela y sabían cuan temperamental y desquiciada por el trabajo era esa mujer. Entendian mi perspectiva por que ellos pasaban similarmente por lo mismo, pero como dije, ellos son un poco mas libres. Pero también sé que este martirio con Adela está próximo a terminar, por lo que con una sonrisa en mi rostro y sabiendo ello, me adentro al lugar.

No solo la comida es mexicana, si no todo el lugar. Las paredes son verde, blanco y rojo simulando la bandera de México. En el techo habían pequelos detalles mexicanos hechos con productos reciclables del mismo color que las paredes, lo que hacia quedar aún mas lindo todo. Las mesas eran de cuatro personas, con mantele rojos y sillas de madera oscura. Habían varias pantallas colgadas en el lugar, pero en lugar de ver algún programa o películas, se reproducían videos musicales en aleatorio. Algunos videos eran de reggaeton y otros de banda, cosa que me gustó mucho por que aquí hay de distintos gustos.

Mis compañeros ya estaban sentados en la mesa, éramos ocho quienes estábamos aquí para cenar y socializar. Si hay algo que debo agradecer a Adela es que logré vencer mi miedo y mi timidez, ahora podía ser un poco mas suelta en cuanto a charlar con alguién. Tal vez esto se debe a que ella influyó un poco en mi cambio fisico. No podia mentir y negar que me gustana como mis ojos cafés contrastaban más con mi cabello rubio. Además la ropa que ahora ponía no me hacia ver tan plana y eso me daba mucha Seguridad.

Con esa misma seguridad, saludé a todos mis compañeros, quienes ya tenían las cartas sobre la mesa. Busqué en la mia y me decidí por comer carne asada con ensalada de jitomate y pepino, además una Coca-Cola que venía bien con lo que queria. Nos trajeron nuestro pedido más o menos en quince minutos, mientras tanto nos manteníamos conversando de todo y nada.

Valentín, el bromista del grupo fue quién comenzó a contar uno que otro chiste. De esa manera fue como pasamos la cena y varios minutos de los cuales, no fui conciente de cuantos pasaron por que no estaba prestando atención a eso. Después de un rato tenía ganas de ir al baño así que me disculpe y fuí a el mientras tomaba mi pequeño bolso.
Alce la vista para poder ver en donde estába el letrero del baño, sin embargo mi vista se encontró con algo más.

Cartas a mi crush • Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora