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𝓝𝓸 𝓱𝓪𝔂 𝓷𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓶𝓪𝓵𝓸 𝓮𝓷 𝓾𝓷 𝓹𝓸𝓬𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓲𝓵𝓮𝓷𝓬𝓲𝓸.





𝓚𝓮𝓿𝓲𝓷 :







Parecían alucinaciones mías o no se, tal vez ya esté loco, pero cuando estaba tirado bajo el fuerte sol y rodeado de personas, solo una había destacado. Alexia estaba allí o eso creía, no sabía si el golpe había sido múscular o mental, pero mis ojos la veían con sorpresa y amor.

Escucharla hablar de aquella manera solo me hizo darme cuenta de muchas cosas, por ejemplo de que ella se sentía pérdida en ese ambiente laboral que no pidió. Pero sobre todo dejó muy claro que estaba arrepentida de haberse inclinado más hacia su carrera que en nuestra relación, dejó claro que me amaba aún.

Aún recuerdo que el día anterior Maya llegó a casa para hablar conmigo, yo estaba algo bajoneado por que Alexia no había atendido los mensajes que le envié cuando hablé con Fernando. Parecía que huía de mi, que no quería saber nada más de lo que teníamos.

Claro que quería volver a lo de antes, pero no de esta manera, forzada. Ella también debía dar un paso a que esto se arreglara, pero no lo hizo y eso solo me llevó a no seguir insistiendo en algo que pensaba ; no le importaba.

Pero lo que hizo frente a varias personas, frente a su jefa que solo la llenaba de ideas absurdas fue la prueba que yo necesitaba. La prueba de que aún me amaba, por que yo también la amo.

Ese día quizo irse sola a casa, no quería hablar y lo entendía. Yo había salido de viaje con mis hermanos, era algo así como un viaje de vacaciones para pasar tiempo los tres. Hoy recientemente había regresado del dichoso viaje, eso quiere decir que ha pasado casi una semana y media sin hablar del tema importante con Alexia.

Pero hoy debíamos hablar si o si, no importa si tenía que llegar a su casa en la tarde y regresar en la madrugada a la mía. Levanté la vista para Encontrarme con mi mamá que siendo las seis de la tarde, tenía la música a todo volumen mientras cambiaba algunas cosas de lugar.

— ¿ Quieres ayuda? — le pregunté

— Gracias pero no hijo, son cosas mías.

Alce las cejas y asenti, era extraño que no quisiera ayuda siendo doña Norma Campos. No insistí aunque quisiera saber exactamente que quería hacer, simplemente me quedé escuchando la canción que mamá cantaba junto a de donde salía la música. Fué como en esos momentos donde las canciones de tus papás, hacen efecto y las entiendes.

¿ Quien diría que un canción de Los Temerarios iba a encajar con mi vida amorosa?.

— ¿ Ibas a salir? — pregunta mi mamá haciéndome salir de mis pensamientos en cuanto a la letra de la canción.

— Si, quiero hablar con Alexia así que voy a verla — ella sonríe

— ¡ Ya era hora!, te tardaste mucho niño.

— Ya sé, pero ya hoy espero arreglamos todo

— ¿ todo?

— Todo ma'.

– Bueno pero que no haya reconciliación así como las de los chamacos hoy en día. Ya sabes, en lugar de platicar para arreglar las cosas, terminan por acabar teniendo se...

— ¡ Si ya entendí! — la interrumpi antes de que dijera esa palabra, no era cómodo hablar de esto con ella siendo mi mamá. — No vamos hacer eso, yo soy muy respetuoso

— pero eres hombre — me señala

— Pareciera que no sabes el tipo de hombre que criaste — respondo fingiendo indignación — mejor me voy, tu platica no tiene fundamentos.

Cartas a mi crush • Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora