Cartas a mi crush • Kevin Álvarez

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𝙰𝚍𝚛𝚎𝚗𝚊𝚕𝚒𝚗𝚊.

𝙰𝚕𝚎𝚡𝚒𝚊 𝚁𝚊𝚖𝚒𝚛𝚎𝚣 :

Aún recuerdo como detrás de aquel coche, podía ver a Kevin voltear a todos lados. El seguro que buscaba a la autora de las cartas, aquella que le escribía tales cosas que no se atrevería a decir en persona.

La única realidad es que, no tenía pensado enviar una segunda carta. Pero lo ví llegar, con esos jeans negros, una camisa a cuadros remangada y sus tenis negros. Su peinado tan usual que más bien, parecía ser alborotado por el viento y su sonrisa resplandeciente. Me encantaba verlo, no sabía cuanto me fijaba en Kevin y sus detalles hasta ese día en que le ví en aquel parque.

Entonces fue imposible no escribir, lo bien que se veía. Esto mientras escuchaba su conversación con Nicole, el ni siquiera se dio cuenta de que yo escribía lo perfecto que se veía. ¿ como lo haría?, si estaba hablando con su mayor defecto en la vida; Nicole.

No había podido hacer que mi enojo se esfumara, me daba impotencia saber que esa niña lo trataba de tal manera. El creía que era su carácter difícil, sin darse cuenta de que era un capricho de aquella chica con el.

El no lo sabía, pero Nicole ya había dicho un par de veces cosas de Maya y de mi. Incluso de la propia Vanesa, diciendo que solo éramos mujersuelas queriendo lo de ella, en este caso Kevin.

Yo lo quería, pero no era algo de ella. Kevin no era un objeto para tener propietario, solo era un ser al cual se podía amar con intensidad por lo que representaba.

Al menos es la manera que yo tenía de amar, de amar a el. Pero el no me amaba, aunque su actitud en aquella ocasión me había hecho pensar en cosas que podrían ser una confusión. Se habían comportado cariñoso, siempre lo era pero esta vez, lo fue más.

Maya venía entrando a la heladería donde quedamos vernos, alce la mano en forma de saludo y ella imitó mi acción. Se acercó y se sentó a mi lado.

— Perdón por tardar tanto, mi prima me tenía atareada con tantas preguntas sobre los preparativos de su fiesta.

— ¿ eres la única que sabe de preparativos acaso? — le pregunto

— Algo así, no se bien, ella sabe de eso pero quería que fuera especial.

— Recuerdame por que es especial — rueda los ojos

— Por que su novio se va por un buen rato a Tokio, con esto de los Juegos Olímpicos — me cuenta por segunda vez, ya que lo hizo una primera vez pero lo había olvidado.

— Claro, comentaste que es la fiesta de despedida.

— Si, es dentro de una semana y espero poder ir, realmente se ve que estará bomba — dice mordiendo su labio, Maya ama las fiestas que son en casas de conocidos suyos.

— Pues mucha suerte en los preparativos, se que a la distancia estás ayudando.

— Así es, pero bueno, ¿ pediste algo por mi?

— no, recuerda que tu a cada rato cambias de sabor preferido — digo señalando mi helado, ella ríe

— Así es, el de hoy será de zarzamora — se pone de pie — iré a pedirlo y pasaré al baño, ya vengo.