Cartas a mi crush • Kevin Álvarez

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𝙻𝚊 𝙲𝚊𝚛𝚝𝚊

𝙰𝚕𝚎𝚡𝚒𝚊 :

Hoy al parecer era mi último día en el hospital, llevaba cerca de tres días sin ver a Kevin. El se había ido a un viaje con su equipo pero hoy regresaría.

Maya estaba aquí, le dijeron lo que sucedió y que ya estaba mejor, pero ella dejó todo y vino corriendo para saber si podía ayudarme con algo.

Había terminado de ponerme la sudadera con ayuda de mi mamá, quien había decidido no ir al trabajo para poder acompañarme a casa y atenderme bien.

No se que haría sin mi familia y amigos, todos han estado al pendiente de mi y eso me hace sentir muy dichosa, muy querida.

— Hola Hola — saluda Maya asomando su cabeza desde afuera de la habitación

— Hola Maya — habla mi mamá cerrando mi pequeña maleta

— ¿ que tal todo?, ¿ lista para ir a casa? — me pregunta

— Si, ya extraño mi cama y dejar de escuchar ese aparato — ríe

— Bueno, hoy finalmente te vas.

Sonrio y veo como tiene un pequeño canguro de peluche en sus manos.

— ¿ y eso? — señalo el peluche.

— A esto, es para ti — me lo extiende y yo lo tomó con mi mano que no tiene el Inmovilizador

— Gracias May, no te hubieras molestado — digo sonriente al verlo más de cerca. Tenía un color lila y un moño arriba en su cabeza, lo que me hacia saber que era un canguro hembra.

— En realidad no es de mi parte — la miro confundida — es parte de Oliver.

Me sorprendo por que de todos es el único que no había venido aquí, pero siempre me mandaba saludar con mi hermano. Ahora me había enviado un obsequio, ¿ pero por que no venía el?

— Le agradeceré después— asiente.

— No debería decirlo, pero el no quiere venir y encontrarse con Kevin.

— ¿ por?, pensé que todo había quedado aclarado — la miro confundida.

— Tal vez cree que Kevin puede ponerse celoso, no lo se, el punto es que ha estado al pendiente de ti.

— Si, cosa que agradezco.

— Bueno, hora de irnos — habla finalmente mi madre.

Maya me ayuda a ponerme de pie con cuidado, pues las costillas aún me dolían. Salimos de la que fue mi habitación cerca de dos semanas, me dolía aún el cuerpo pero prefería aguantar e ir a casa de una buena vez.

En recepción nos encontramos a mi padre que estaba firmando el alta médica y recibiendo indicaciones de mi médico, después fuimos afuera donde Fernando nos esperaba en el auto.

Maya había traído su auto así que se fue sola y dijo que me vería allá, por mientras nos fuimos en el auto de mi hermano.