- Sí Tae, lo sé. Sólo pide cuatro cajas más por favor. - giré las llaves en la puerta para entrar en casa - Ahora mismo no tengo el pedido conmigo, compruébalo. No, justo estoy entrando a casa. ¿Qué demo...? - colgué.
Observé a Rosé deslizarse por el suelo del salón mientras una canción sonaba. Llevaba puesta una camisa blanca mía, que por cierto, le quedaba genial, y unos calcetines blancos hasta arriba. Hank corrió detrás de ella con... ¿esos son mis calzoncillos?.
Rosé tomó el mando de la tele como si fuese un micrófono a la vez que hacía una pose como si fuese una estrella del rock.
Just take those old records off the shelf
I'll sit and listen to 'em by myself
Today's music ain't got the same soul
I like that old time rock and rollSaltó por los sofás sin parar de cantar. Desde luego la imagen era muy divertida. Se reía y ponía caras serias e interesantes y bailaba junto a Hank que se ponía a dos patas como si quisiera imitarla.
No pude aguantar más la risa, la imagen era tierna pero desde luego demasiado cómica.
- Ejem - carraspeé. Eso la asustó porque dirigió su mirada hacia a mí y cayó de espaldas del sofá hacia la alfombra. - Rosé, ¿Estás bien? - corrí soltando la bolsa de la compra para atenderla.
- Yo... sí sí, estoy bien - se puso en pie de un salto antes de que llegara a socorrerla y corrió rápidamente a bajar la música del tocadiscos.
- Intuyo que papá te ha dado una nueva colección ¿eh? - reí divertida. Sus ojos se achicaron divertidos y negó la cabeza como una niña traviesa.
- He comprado este disco yo sola esta mañana. Ayer vi una película muy interesante, se llama Risky Business.
- Ajá... - sonreí - ¿Y has pensado que tomar una de mis camisas, mis calcetines y mis boxers blancos eran perfectos para imitar el baile del protagonista?
Ella bajó la cabeza ruborizada y después asintió efusivamente. Demonios, ella es adorable y condenadamente sexy con mi ropa puesta.
- ¿Has esperado a que me vaya de casa para hacer todo esto? - pregunté sonando seria. Quise tomarle el pelo mientras tomaba el mando del tocadiscos y ella me observaba curiosa casi sin levantar la mirada del suelo. - ¿Roseanne? - volví a preguntar.
Ella negó con la cabeza.
- No está bien mentir... - ella lanzó una pequeña risita y asintió. - Ajá... ¿y por qué no querías que estuviera en casa? - noté el rubor en sus abultadas mejillas.
- Yo... yo... - tuve que contener la risa mientras me acercaba a ella por la espalda. - Quería hacer lo mismo que el chico de la película porque...porque me pareció divertido.
- Mal Rosie - negué con la cabeza mientras tomaba su cintura - Muy mal - coloqué mis dedos sobre sus costillas y la noté tensarse. - No me esperaste ni me invitaste a tu pequeña fiesta, estoy muy dolida - me burlé.
- No Lisa, no, ¡para!
- Tarde - di al play a la canción y empecé a hacerle cosquillas.
Rosé corría divertida por todo el salón mientras Hank y yo la perseguíamos. Cuando por fin la alcancé, tomé sus manos y empecé a bailar y girar con ella y con Hank.
- Te sienta bien mi ropa - le dije cuando la canción terminó y nos sentamos exhaustas en el sofá.
- ¿No estás enfadada por haberla tomado sin permiso? - negué con la cabeza.
- Aunque no voy a volver a usar eso - señalé a Hank que me miraba inocente con mis boxers puestos.
Ambas reímos hasta que el timbre de casa nos interrumpió.
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A taste of Heaven
FanfictionA sus 24 años, Lalisa Manobal, es un referente en la gastronomía internacional. Es exigente, virtuosa, creativa y apasionada cuando está tras los fogones. Sin embargo, es un desastre en el amor desde que Jennie Kim le rompió el corazón. Pero todo ca...