Jennie Kim, una importante empresaria de Corea del Sur, casada con una joven de su misma clase social. Su vida parecía perfecta...pero para su desdicha, eso estaba muy lejos de la realidad.
Roseanne Park, una joven que después de la muerte de su pad...
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Jisoo's POV
En cuanto Roseanne y Sehun Park salieron de la sala de juntas, Lalisa explotó contra mí.
—¡Ahora mismo vas a explicarme que carajos significa esto! —me grita, con la carpeta en mano.
—Ay Lalisa, no te pases de idiota, ya te expliqué lo que es...
—¿Y por qué tu amiguita te manda a ti y no me da la cara?
—No sé, ¿tal vez porque soy su abogada? Es obvio, me paga por tratar con idiotas como tú.
—¡No sigas haciéndote la graciosa porque no te va y dime de una vez dónde diablos está Jennie!
Me siento en una de las sillas de la sala mientras la veo agarra su celular y marcar un número. Puedo suponer que el de mi amiga, la miro hacerlo varias veces seguidas y nada, no recibe respuesta alguna. Debo admitir que es divertido verla perder la calma de esa forma.
Vaya que estoy disfrutando esto.
—¡¿Por qué demonios no contesta?!
—¿Será porque no le interesa hablar contigo? No la culpo, digo si yo hubiese sorprendido a mi pareja en la cama con su amante, tampoco querría saber nada de él. —le respondo con un tono de burla.
—Cállate Jisoo. Por favor no me hagas perder más la paciencia y de una vez te digo que está muy equivocada si cree que voy a firmar esos papeles, eso nunca pasará. Además tú y yo sabemos que ella me ama y que no puede vivir sin mí, eso sin mencionar que su familia no la apoyará jamás en esta locura del divorcio. La conozco, esto no es más que un berrinche de tu amiga para según ella hacerme entrar en razón.
—Dios mío Lalisa, existen personas imbéciles y luego estás tú. De verdad nunca te pasó por la mente que Jennie se podía cansar de tus traiciones y de tus humillaciones públicas luciéndote aquí y allá con una mujer diferente cada que tienes oportunidad...
—Pues por lo mismo, ya a estas alturas del partido ella debería estar acostumbrada ¿no crees?
—Pues fíjate que no, querida. Así que te doy consulta legal gratis, firma y terminen esto por la buena y cada cual se queda con lo suyo, ya que existe un acuerdo pre-matrimonial. Tan fácil que es firmar y listo, aquí no pasó nada.
—Sabes muy bien que un divorcio sería mal visto antes nuestros socios y clientes. Podríamos poner en peligro la compañía por sus estupideces.
—Pues no más que los cuernos públicos que le has puesto a ella. ¿Por qué no pensaste en eso cuando lo hacías?
—Ya te dije que no firmaré nada. Y dile a tu amiga que ya se deje de berrinches y que la quiero aquí en mi oficina en una hora, y más vale que lo hagas porque sino entonces sí habrá un gran problema.
