Jennie Kim, una importante empresaria de Corea del Sur, casada con una joven de su misma clase social. Su vida parecía perfecta...pero para su desdicha, eso estaba muy lejos de la realidad.
Roseanne Park, una joven que después de la muerte de su pad...
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Mark's POV
—Jennie no es tonta Mark.
—Conozco perfectamente a mi hija Lalisa, y tengo todo cubierto.
—Sí, pero si su mujer no accede a nuestro plan y abre la boca, todo se irá por la borda.
—De mi mujer me encargo yo. Si tú hubieras hecho lo mismo con la tuya, no estaríamos metidos en este asunto.
Cuelgo la llamada y salgo de mi despacho rumbo a la habitación que comparto con mi mujer. Necesito convencer a Taeyeon de que se haga la enferma para lograr que Jennie regrese. No basta con una llamada, conozco lo suspicaz que es mi hija y solo regresará cuando se cerciore de que todo es cierto.
Todavía no entiendo como esta idiota no se dio cuenta que mi hija iba en serio. El solo hecho de dejar firmados los papeles de divorcio debió darle luces. Jennie no es una mujer que da puntadas sin dedal.
En una situación normal jamás me pondría de lado de alguien tan elemental como Lalisa. Ha llegado hasta donde está por la habilidad de mi hija para los negocios. En realidad detesto a la gente que actúa y luego piensa, ella es así, es de las que hecha todo a perder y luego busca como enmendarlo cuando el mal ya está hecho.
Mi hija por el contrario es analítica, planifica y actúa en base a una estrategia previamente estudiada. Es lo que cualquiera llamaría una mujer inteligente, perspicaz y precavida. Ella es mi orgullo, pero no deja de ser mujer, y su matrimonio con Lalisa no solo aseguraba la unión de dos de las más importantes familias aristócratas del país, sino el incremento de nuestra fortuna y el reconocimiento de la sociedad. Por eso el divorcio no es aceptable, no cuando nos hará perder altas sumas de dinero y la aceptación en la alta sociedad. Jennie debió hablar conmigo para buscar una solución distinta a esta, o esperar al menos hasta que naciera un heredero en el que se concentrara todo el poder y las fortunas de los Kim y Manobal.
Pero bueno, me toca resolver esto, y lo haré a mi manera. Ese divorcio nunca saldrá a la luz, y más pronto de lo que piensan Jennie y Lalisa estarán nuevamente juntas.
Embebido en mis pensamientos no me percato de que acercándose a mí se encuentra la dama de compañía de Taeyeon trayendo en sus manos una bandeja.
—Buenas noches señor —me saluda la joven.
—¿A dónde se dirige con esa bandeja señorita?
—Voy a su habitación Sr. Kim, necesito llevarle a la señora el medicamento para dormir.
—¿Medicamento para dormir? Desde cuando mi mujer usa algo como eso.
